El recorrido contiguo

Desdibujados bajo la lluvia seguiremos avanzando hacia la nada, con la mente irresuelta y los valores ajustados a disímiles placeres inicuos.

Cada sabor instantáneo despliega mágicamente aroma a muerte.

Llegando la noche me adopta el escozor de los períodos intactos.

¿Acaso mis manos no dejaran de danzar jamás aunque no pueda esquivar los avatares del existencialismo?

Entonces dejaré de verme al espejo buscando perpetuidad.

A veces solo dejo de morir para caer en una realidad rupestre que todo lo consume.


Sus ojos han quedado tiesos y la ondulación de sus cabellos provoca un efecto disimulador de movimientos vivos.

Entre los instantes baladíes nos hemos quedado sin palabras y casi sin miradas.

El viento se desliza sobre nuestros cuerpos y la mágica brisa pretende sacarnos del vacío.


Ausencia es todo lo que somos, nada mas que un leve rumor en la distancia.

Sin embargo seguiremos hurgando en los espacios y pasajes del tiempo.

¡Buscando la llave de todos los momentos!!!

Una entre mil sensaciones me retrotrae a través de una imagen difusa.

El recorrido contiguo se establece descargando impactos olvidados en las fantasías futuras.