El Regalo de Cumpleaños

Un año pasa sobre mi vida,
razón por la cual decidí hacer una pequeña fiesta,
por cierto que Alegría fue la de la idea,
ella me ayudó a prepararlo todo
para invitar a mis mejores amigos.

El primero en venir fue el Tiempo,
entró a la casa con mucha prisa,
él nunca falta, pensé, él siempre viene
a la hora en punto.

Luego escuché risas y murmullos,
Oh! qué sorpresa! Era Esperanza y traía a Fe
y yo que pensaba que ellas de mí ya se habían olvidado.

A su ingreso, Fe me obsequió una vela
con una llama diminuta que tiene la peculiaridad
de nunca apagarse,
realmente un hermoso regalo, medité observándolo,
Esperanza me dejó en las manos,
un fragante ramo de blancas rosas,
y con disimulo me dijo entre dientes:
"Atrás viene alguien a quién tú no esperas"

El corazón me palpitó con gran fuerza,
y la sangre se me agolpó en las sienes,
cuando divisé a lo lejos,
al Amor venir,
estaba igual como lo recordaba,
bello y joven.

Al entrar, la casa entera se llenó de su presencia,
yo contemplándolo embobada no me dí cuenta
que me había puesto algo en las manos,
una pequeña caja, la cual coloqué presurosa
en una mesa, por temor a perderme su mirada,
y sus ojos llenos de poesía,
me enamoraron nuevamente el alma.

"No falta ya nadie?" pregunté para salir del trance en que me hallaba,
"Ya somos los que estamos, y estamos los que somos" me contestó el tiempo,
siempre con sus filosofadas.
"Bien" pues que empiece la fiesta! dije, aproximándome a la cocina.

Había preparado para ese día, todo lo que a mi me gustaba
deliciosas hojuelas de trigo y miel,
para endulzar mi amargo vivir,
Hornee un pan grande y blanco,
para llenarme de consuelo al comerlo,
y preparé un delicioso té con flores
del Paraíso, para que al beberlo
siquiera por un instante me sintiera ahí.

Juntos compartimos, quién sabe cuánto,
pues yo noté que la aguja de mi reloj se había detenido,
y pensé: " Es porque el tiempo se encuentra aquí conmigo",
El, notando mis cavilaciones dijo: "Yo creo que ya sabes
cual fue mi regalo, pues fui el primero en dártelo a las 0:00 de este día,
yo reí agradecida y le dije sonriendo: "Gracias, sé que tu regalo es
precisamente este día el cuál te agradecí viviéndolo plenamente"

Sentía una gran curiosidad por saber qué era el regalo del Amor,
pero esperaría que todos se marcharan para abrir la cajita que
permanecía sobre la mesa.

El tiempo fue el primero en levantarse, y sorpresivamente,
todo comenzó su marcha, mi reloj caminó, un perro ladró,
los despedí a todos en la puerta.
Hubieron muchos besos y promesas de no olvidar a ninguno.
"Piensa en mí" me dijo Esperanza al salir,
"No me olvides" fueron las palabras de Fe,
"No dejes que la rutina te haga odiarme", fueron las sabias palabras del tiempo.

El último en salir fue el Amor,
una lágrima se asomó a mis ojos,
"Quisiera que no te fueras", le dije tontamente con los ojos cerrados y la cabeza baja,
"Yo nunca me he apartado de ti, eres tú la que me niegas, pero yo siempre estoy a tu lado" me contestó.
Un par de pasos mas y se volteó para poner un beso en mi frente.

Ya en la soledad de mi habitación, me recordé del regalo del Amor,
corrí a buscarlo y con infantil curiosidad rompí el envoltorio,
muchas cosas pasaban por mi mente en ese momento,
Qué será? me preguntaba...

Al abrir la pequeña caja, un destello casi me lastima la vista,
luego pude contemplar con mis ojos extasiados,
que se trataba de una pequeña esfera de cristal,
que cabía muy bien en la palma de mi mano,
observando más de cerca, me di cuenta que por adentro estaba vacía,
y tenía algo, un pequeño punto rojo, como un líquido...
moviendo la esfera hacia los lados me di cuenta que no estaba equivocada,
sí,era una pequeña gota de.... sangre?

Pero, que extraño regalo pensé, contemplando la belleza púrpura de la sangre en el cristal,
casi no pude terminar de leer una pequeña nota al fondo de la caja,
pues las lágrimas me lo impedían, la nota decía:

"Este es tu regalo de cumpleaños: tu entrada al Cielo, una gota de mi sangre derramada por tí"
"Te la mandé con Amor"... tu Amigo... Jesús.