El regreso inesperado

De las noches lobregas, que mi asilo fueron
la vida que por perdida la había dado
sentenciado a muerte me sentía,
hoy me rio.

Hoy tengo en la palma de mi mano
una rosa que se abre con su aliento
y no olvida de las risas su movimiento.
abrió sus ojos que cerrados tenía
como no tenía quien se viera en ellos
cerrados siempre estaban.

De cuántos tormentos ha sufrido,
la ausencia es el más atroz
todo al color de sus escencias,
que olvidan de las risas el movimiento
y la pena ya no me ahoga cada día.

La paz vuelve a mi alma,
estas de regreso,
y eso inspira mi alma
que en desasosiego moría.

Lloré mis crueles penas,
hoy canto la alegría,
te veo más hermosa
y llevas muy bien el azul,
como tus ojos, como el mismísimo cielo,
hoy la luz se expande,
y extrañamente lo penetra todo.

De púrpura el verano
revienta contagiado de mi alegría,
su fruto, girasol de mi alegría.

A veces pienso que el amor es un tirano,
que turba a los tontos dándoles por su lado,
pero este amor no es tan profano,
su regreso lo demuestra,
gracias amor por tu regreso,
gracoas a Dios porque existo
en este día y en este tiempo.

José Manuel Muro Mora...-----------

 

dicen que si eso sucede será porque nunca se debió ir, saludos