El reloj de la vida

El reloj de la vida

No quieras atrasar
ni adelantar momentos,
el reloj de la vida
marca su propio tiempo.

Agujas invisibles
no atrasan ni adelantan,
no se pueden sortear
los minutos que marcan.

No cerremos heridas
con momentos vacíos,
sentiremos que el alma
nos tirita de frío.

Si tenemos las huellas
del dolor en el alma,
hasta que cicatricen
deberemos llevarlas.

Aunque estemos rodeados
de música y de risas,
nuestra mente muy triste
se irá volando a prisa.

Irá por los rincones
recordando momentos,
que dejaron marcados
las agujas del tiempo.

La mueca de sonrisa
se dibuja en la cara,
una lágrima tibia
asoma en tu mirada.

Los duelos en nosotros
tienen distintos tiempos,
pero nadie podrá
escaparle al momento.

 

El momento, solo el momento existe; también se le puede llamar presente, pero es lo que dura el instante que nos ocupa.
Y en él podremos rememorar otros tiempos, con sus heridas, o viajar a un futuro, casi que siempre incierto. Pero tienes mucha razón; cuando algo nos apesadumbra hay que hacerle frente para poder cicatrizarlo; sea con la pareja o dentro de nuestro propio mundo... aunque los sentimientos lleven diferente compás o tiempo.
Qué bien te manejaste con los heptasílabos y estas coplas que dicen mucho.
Un saludo Mary.

 

Divinidad de letras excelentes de un trabajo precioso, soberbia inspiración maravillosa.

 

Compañero Vincet gracias por tu presencia y por tus palabras siempre bien venidas en mi poesía