El rey Lucio

Sol de mañana · 30 de Agosto de 2013

Érase un apuesto rey llamado Lucio.
Dicen que alucinaba, que perdió la razón.
En sus delirios sentía el amor de su amada
que paciente lo esperaba en su nacarado balcón.
Día a día montaba su Rayo; el corcel más raudo
y noble, de todos los de su corte,
andante por pasadizos, lares y bosques
en pos de su princesa Claribel.
Un día la halló en el lago; justo frente a él,
tan afín como digna majestuosa,
proclamada y emblemática con su corona.
Atónito, pero repuesto ordenó a sus vasallos
¡Rescatadla! ¡Rescatadla!
Al interponerse éstos, como por arte de magia,
ella se desvanecíó.
Más de tres veces, lo intentaron sin éxito
-Malditos sean los hados-dijo el rey.
Entonces hizo traer a la más temible hechicera
pensando que Claribel era presa de un encanto.
Haciendo su ritual a orillas del lago;
en medio de un maquiavélico ademán,
a la par que su imagen grotesca
se dibujaba en el cristalino espejo,
musitó la vieja a oídos del soberano -Ella no es real
-Es el reflejo de lo que su señoría quiere ver-
Iracundo vociferó el rey
-Como os atrevéis a dudar de la estirpe de mi reina-
-Injuriosa hechicera-
-Vasallos, llevaosla a la hoguera por traidora.
Esa noche, el fuego tragaba los reacios restos de la vieja
Una maldición parecía apoderarse del reino entero.
Las mañanas eran densas con esa neblina espesa.
El rey estaba desolado, nadie vio cuando agonizó
inmerso en las heladas profundidades del lago.
Desde entonces cada primavera
ahí chapotea un insólito
cisne anaranjado.

Mamen · 30 de Agosto de 2013

Sol de mañana;4804244 dijo:

Érase un apuesto rey llamado Lucio.
Dicen que alucinaba, que perdió la razón.
En sus delirios sentía el amor de su amada
que paciente lo esperaba en su nacarado balcón.
Día a día montaba su Rayo; el corcel más raudo
y noble, de todos los de su corte,
andante por pasadizos, lares y bosques
en pos de su princesa Claribel.
Un día la halló en el lago; justo frente a él,
tan afín como digna majestuosa,
proclamada y emblemática con su corona.
Atónito, pero repuesto ordenó a sus vasallos
¡Rescatadla! ¡Rescatadla!
Al interponerse éstos, como por arte de magia,
ella se desvanecíó.
Más de tres veces, lo intentaron sin éxito
-Malditos sean los hados-dijo el rey.
Entonces hizo traer a la más temible hechicera
pensando que Claribel era presa de un encanto.
Haciendo su ritual a orillas del lago;
en medio de un maquiavélico ademán,
a la par que su imagen grotesca
se dibujaba en el cristalino espejo,
musitó la vieja a oídos del soberano -Ella no es real
-Es el reflejo de lo que su señoría quiere ver-
Iracundo vociferó el rey
-Como os atrevéis a dudar de la estirpe de mi reina-
-Injuriosa hechicera-
-Vasallos, llevaosla a la hoguera, por traidora.
Esa noche, el fuego tragaba los reacios restos de la vieja
Una maldición parecía apoderarse del reino entero.
Las mañanas eran densas con esa neblina espesa.
El rey estaba desolado, nadie vio cuando agonizó
inmerso en las heladas profundidades del lago.
Desde entonces cada primavera
ahí chapotea un insólito
cisne anaranjado.

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El rey Lucio y su amada Claribel,
donde la mala hechicera,
a todos nos hizo saber,
que el rey ama a su princesa.
y de fondo en el lago; un precioso cisne anaranjado...
Un placer haber pasado, un beso guapa.

Ricardo Linares · 5 de Septiembre de 2013

Sol de mañana;4804244 dijo:

Érase un apuesto rey llamado Lucio.
Dicen que alucinaba, que perdió la razón.
En sus delirios sentía el amor de su amada
que paciente lo esperaba en su nacarado balcón.
Día a día montaba su Rayo; el corcel más raudo
y noble, de todos los de su corte,
andante por pasadizos, lares y bosques
en pos de su princesa Claribel.
Un día la halló en el lago; justo frente a él,
tan afín como digna majestuosa,
proclamada y emblemática con su corona.
Atónito, pero repuesto ordenó a sus vasallos…
¡Rescatadla! ¡Rescatadla!
Al interponerse éstos, como por arte de magia,
ella se desvanecíó.
Más de tres veces, lo intentaron sin éxito
-Malditos sean los hados-dijo el rey.
Entonces hizo traer a la más temible hechicera
pensando que Claribel era presa de un encanto.
Haciendo su ritual a orillas del lago;
en medio de un maquiavélico ademán,
a la par que su imagen grotesca
se dibujaba en el cristalino espejo,
musitó la vieja a oídos del soberano -Ella no es real –
-Es el reflejo de lo que su señoría quiere ver-
Iracundo vociferó el rey…
-Como os atrevéis a dudar de la estirpe de mi reina-
-Injuriosa hechicera-
-Vasallos, llevaosla a la hoguera por traidora.
Esa noche, el fuego tragaba los reacios restos de la vieja…
Una maldición parecía apoderarse del reino entero.
Las mañanas eran densas con esa neblina espesa.
El rey estaba desolado, nadie vio cuando agonizó
inmerso en las heladas profundidades del lago.
Desde entonces cada primavera
ahí chapotea un insólito
cisne anaranjado.

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Muy bonita historia Anna, entretenida y romántica, el amor puede llegar a dar locura, viviendo uno solo en un mudo irreal, pero era el Rey, y hay que consentirlo y creerlo, jajaja, me ha encantado, siempre es un placer leerte amiga.
Besos.

Rugby 10.12.2013 · 5 de Septiembre de 2013

Hermosisima fábula donde el delirio del amor nos lo hace ver en cada cosa que nos rodea y aunque sea una vana ilusión no hay forma de hacerlo entender muriendo asía de amor. Felicitaciones Sol de mañana por estos bellisimos versos, reputación y saludos poeta

dulcinista · 5 de Septiembre de 2013

Bello poema amiga estimada,
hermosa manera de hablarnos
de la traición y el odio
que muchas veces vive en el negro corazón humano.
Un beso.

Rigel Amenofis · 20 de Enero de 2014

Sol de mañana;4804244 dijo:

Érase un apuesto rey llamado Lucio.
Dicen que alucinaba, que perdió la razón.
En sus delirios sentía el amor de su amada
que paciente lo esperaba en su nacarado balcón.
Día a día montaba su Rayo; el corcel más raudo
y noble, de todos los de su corte,
andante por pasadizos, lares y bosques
en pos de su princesa Claribel.
Un día la halló en el lago; justo frente a él,
tan afín como digna majestuosa,
proclamada y emblemática con su corona.
Atónito, pero repuesto ordenó a sus vasallos…
¡Rescatadla! ¡Rescatadla!
Al interponerse éstos, como por arte de magia,
ella se desvanecíó.
Más de tres veces, lo intentaron sin éxito
-Malditos sean los hados-dijo el rey.
Entonces hizo traer a la más temible hechicera
pensando que Claribel era presa de un encanto.
Haciendo su ritual a orillas del lago;
en medio de un maquiavélico ademán,
a la par que su imagen grotesca
se dibujaba en el cristalino espejo,
musitó la vieja a oídos del soberano -Ella no es real –
-Es el reflejo de lo que su señoría quiere ver-
Iracundo vociferó el rey…
-Como os atrevéis a dudar de la estirpe de mi reina-
-Injuriosa hechicera-
-Vasallos, llevaosla a la hoguera por traidora.
Esa noche, el fuego tragaba los reacios restos de la vieja…
Una maldición parecía apoderarse del reino entero.
Las mañanas eran densas con esa neblina espesa.
El rey estaba desolado, nadie vio cuando agonizó
inmerso en las heladas profundidades del lago.
Desde entonces cada primavera
ahí chapotea un insólito
cisne anaranjado.

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Un poema que es un cuento en verso. Con sus toques de fantasía. Ha sido un placer leerlo. Estrellitas que no pueden competir con tu sol.

OSITO LINDO · 26 de Enero de 2014

Un agradable cuento donde
imágenes irreales su felicidad
termino por perder.

Gracias por compartir. estrellas y abrazos.

alicia Pérez Hernández · 26 de Enero de 2014

INTERESANTE ES SIEMPRE LEERTE!!
ERES UN SOLECITO QUE BRILLA EN CADA VERSO
Abrazos con saludos
http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=496435

Luna Llena · 27 de Enero de 2014

Un gusto pasar a leer la historia del Rey Lucio...
de final impactante...saludos y estrellas...
Mariela

Brise · 31 de Enero de 2014

Hermosa historia aunque trágica me llama la atención lo del cisne, supongo que no se libró de la maldición el rey, tenía que seguir reflejando su belleza en las aguas. Un placer leerte, abrazos.

Yaneth · 31 de Enero de 2014

Bello y descriptivo mi querida amiga. Me ha encantado. Un placer leerte. Besos con cariño.

Mary C. López · 12 de Marzo de 2014

Ah que no venía preparada para encontrarme con la realeza...
pero q lindo ha sido leer de tus versos, un beso Anna.

Mary Mura · 15 de Marzo de 2014

Sl fue un placer haber pasado por tu pagina llena de ensueño ,deseos imposibles de recuperar un gran amor hasta la locura.Bravo amiga

Mary Mura

MaríaA.G · 22 de Agosto de 2014

Sol de mañana;4804244 dijo:

Érase un apuesto rey llamado Lucio.
Dicen que alucinaba, que perdió la razón.
En sus delirios sentía el amor de su amada
que paciente lo esperaba en su nacarado balcón.
Día a día montaba su Rayo; el corcel más raudo
y noble, de todos los de su corte,
andante por pasadizos, lares y bosques
en pos de su princesa Claribel.
Un día la halló en el lago; justo frente a él,
tan afín como digna majestuosa,
proclamada y emblemática con su corona.
Atónito, pero repuesto ordenó a sus vasallos
¡Rescatadla! ¡Rescatadla!
Al interponerse éstos, como por arte de magia,
ella se desvanecíó.
Más de tres veces, lo intentaron sin éxito
-Malditos sean los hados-dijo el rey.
Entonces hizo traer a la más temible hechicera
pensando que Claribel era presa de un encanto.
Haciendo su ritual a orillas del lago;
en medio de un maquiavélico ademán,
a la par que su imagen grotesca
se dibujaba en el cristalino espejo,
musitó la vieja a oídos del soberano -Ella no es real
-Es el reflejo de lo que su señoría quiere ver-
Iracundo vociferó el rey
-Como os atrevéis a dudar de la estirpe de mi reina-
-Injuriosa hechicera-
-Vasallos, llevaosla a la hoguera por traidora.
Esa noche, el fuego tragaba los reacios restos de la vieja
Una maldición parecía apoderarse del reino entero.
Las mañanas eran densas con esa neblina espesa.
El rey estaba desolado, nadie vio cuando agonizó
inmerso en las heladas profundidades del lago.
Desde entonces cada primavera
ahí chapotea un insólito
cisne anaranjado.

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Excelente creatividad, amiga, me ha encantado la historia.

Un beso y mis estrellas.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 22 de Agosto de 2014

Maravilla preciosa de poesía excelente.

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