El rió de la vida es un tornillo

Me caigo y no consigo hacerme daño
me daño y no consigo caer en el engaño
me engaño y no consigo ser mi extraño
a ver si es que me estoy elevando
y como fruto maduro estoy cayendo.

Doy vueltas y vueltas averigua
y contra mas vueltas doy es extraño
asciendo sin daño sin cambiar de estado
sin llegar nunca a lograr hacerme daño
donde la silla pudo aposentarse
donde la sidra descansase madurando
sentado sera donde me pillara la muerte.

Yo le sigo la corriente
es el rió de la vida en un instante
desde el nacimiento a la muerte
estas subido en un tornillo
en la manivela de Arquímedes.

Y por mas que corras, caigas,
asciendas o descanses
no vas a ninguna parte.

 

Me gusta este poema, un tanto filosófico y con un admirable juego de palabras!! Felicitaciones por este estupendo trabajo!!! Un abrazo, amigo poeta.

 

Muchas gracias aunque creo que no hay quien lo entienda, la vida es un tornillo de Arquímedes, un rió contra corriente cuesta arriba, contra todas las fuerzas pero que al mismo tiempo la eleva y no va a ninguna parte. Gracias Miguel.

 

Me caigo y no consigo hacerme daño
me daño y no consigo caer en el engaño
me engaño y no consigo ser mi extraño
a ver si es que me estoy elevando
y como fruto maduro estas cayendo.