El rio que me lleva

EL RIO QUE ME LLEVA
Entre peñas, emerge en las cumbreras,
pueril serpea, con águilas habita;
por el barranco grita y precipita
su torrente, ensanchando las riberas.

Superadas las jóvenes laderas,
viéndose encauzado, asaz palpita,
puesto que su expansión la delimita
sofísticas y déspotas barreras.

Domina en el estuario su demanda,
y con lentas aguas, su vida orienta,
al fin individual donde se agranda.

La luz solar, su espíritu fomenta;
mas en la nube, Eolo contramanda
a tornar nuevamente con la cuenta.

 

Esplendido Soneto. Y te diré una cosa, amigo Castro; ese río no te lleva a ti solo... Seguiré leyéndote y por ahora dejo
mis estrellas a tu poesía. Saludos de Recaredo.