El Sauce y el Roble.

EL SAUCE Y EL ROBLE.

El Sauce tiene pena y llora como un niño

alguien pasó a su lado sin darle una sonrisa

a nadie le ha extrañado que esté llorando el sauce

saben que si está alegre agita su ramaje

en cambio si el Roble por algún dolor llorara

tendría que ocultarse para enjugar su llanto

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¿Porqué debe ocultarse para llorar el roble

es que estamos marcados desde que la luz vimos?

pueden llorar los Robles aún cuando sean fuertes

son recios deben serlo pero también se hieren

su hermano Sauce es grácil el baila con el viento

para el llorar es fácil se le está permitido.

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Por ser mujer yo lloro mas quiero que mi hermano

que además mis amigos más aún que mis hijos

cuando les duele el alma cuando algo los ha herido

dejen correr su llanto como corren los ríos

aunque eres un fuerte Roble también puedes llorar.

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Si la vida te hiere tal cual a mi me ha herido

no disfraces tu pena detrás de algún enojo

o de un silencio triste hijo hermano amigo

cuando debas ser débil los tuyos serán fuertes

apoya tus pesares en el hombro querido

y espera sin temores que sanen tus heridas.



Autora: Francisca Avaria Muñoz.

Propiedad Intelectual.

 

Gracias Maramin, este poema tiene algunos años, me encanta que te guste. Saludos cariñosos.

 

Un poema saludable, desde un prisma calmado.
Llegar a esta conclusión, denota Sabiduría.
Escondernos tras una máscara, es más instintivo.
O si lo prefieres, celoso, envidioso, tímido, cobarde, egocéntrico...


De modo que la furia parece que resulta más llamativa, varonil, musculosa, alegre, grácil, linda...


Pero eso es falso.
¿ Por qué es falso ?
Porque si le das un puñetazo a una pared, puedes magullarte los nudillos, los tendones de la muñeca, y algunas falanges de la mano.


Y cuando notas el Dolor, tan intenso, piensas...
¡ Jolines !
No me conviene odiar.
¿ Qué he hecho ? ¡ Mi manooooo !

 

Asi es querido Nommo, es bueno reencontrarnos incluso con el enojo, el dolor etce ., revisarlos. Es por eso que el Sauce llora y no le pega ramalazos a los caminantes, y el Roble en su fortaleza enjuga su pena calladamente, para no avergonzarse de mostrarse débil. Igual somos por lo menos la mayoría de los humanos, salvo numerosas y desastrosas excepciones. Gracias amigo Nommo. Un abrazo.

 

A propósito Nommo, me hiciste recordar un poema de la Violencia, el que publicaré. Gracias amigos por tus palabras.