El silencio 6

A veces le pido al río
que me preste su silencio
tan callado,
tan camino en su paciencia
hacia el mar al que se suma
por su hado.

Pensamientos que discurren
sin afanes ni destinos
con el agua,
como nubes de la niebla
cuando sueño con la luna
en mi barca.

El silencio es como el aire
en que vuelan los rumores
de mis duendes
que pergeñan travesuras
destilando su mañana
mientras tejen.

Se nos pierden las penumbras
en la vida tan urbana
que corremos
y dejamos que los ruidos
nos ahoguen en sus olas
nuestros sueños.

Busca cauce nuestro ritmo
en el barro que lo alberga
lentamente,
no tolera las premuras
de rasguidos del entorno
que lo cierne.

Pagaré con mi silencio
la dulzura que desnuda
me visita,
beberé con estos ojos
en los lentos manantiales
de su vida.

 

Me encantó...cuánta belleza has podido extraer del silencio. El lector puede acompañar ese viaje por el río y por el interior de quien escribe.
Gracias por compartir tu arte con nosotros.
Un abrazo:
Malena.

 

Estimado Jorge...
a medida que iba leyendo tus versos e ido disfrutando de cada uno de los paisajes que fuiste pintando con ellos, pude sentir el silencioso ruido del agua del río, recorriendo su cauce, mientras hacía tus travesías cruzando tantas veces las orillas de nuestro Río del Plata o del Paraná, soñando con la luna que te acompañaba en tus viajes, sencilla y humildemente me ha encantado tu poema, que me he quedado leyendo y disfrutando en silencio, es un placer estar en este rincón y leer buena poesía.
Abrazos.

 

Querido amigo, he navegado contigo y tus silencios por ese río que tanto amas, aquí nos deja un silencio cómplice , querido y deseado, donde te fusionas y lo haces tuyo, disfrutando de tu yo más intenso, ha sido un honor entrar en ese mundo a través de tus letras
Un abrazo Carmen

 

Partiendo de unas coplas de pie quebrado, te sumas a ese silencio, que no es tal porque nos habla, de la naturaleza y su discurrir.
Paralelos al río de la vida y a la tranquilidad que su rumoroso silencio nos ofrece, lejos del mundanal ruido.
Encantado con el paseo, Jorge, y un abrazo.

 

Muy bonitos versos, sosegados y frescos, grata la lectura, te dejo mi saludo con afecto.

 

¡Bellos versos Jorge! de un silencio sonoro que acompaña la corriente de este río que nos lleva, la vida , mientras transcurren pensamientos y cuestionan el bullicio de la ciudad que nos impide escucharlo.
UN placer leerte
Saludos y buen día

 

Me parece un poema sencillo, con ciertos tópicos propios de tu poesía ─veo que te está costando desvincularte de ellos─, una métrica perfecta y un lenguaje muy alcance de todos. La segunda y tercera copla me han gustado muy especialmente.
Un abrazo, hermano.

Posdata: al principio creí que se trataba de manriqueñas, cuando en realidad son coplas de pie quebrado. No me había percatado de que en las manriqueñas no hay versos sueltos. Gracias por la corrección, hermano.

 

¡Ay!Cuantas veces has recorrido ese río querido amigo, sentimientos que quedaron guardados entre el agua, tu barca y tú y ahora los haces poesía, es tu elemento natural, y se nota por la fluidez con que corre tus versos Un abrazo Carmen

 

Creo, mi querido hermano, que tu comentario se merece una buena charla. No me está costando desvincularme de esos tópicos, lo que me cuesta quizás es adentrarme más profundamente en ellos. Pienso que es muy profunda esa frase que le atribuyen a Tolstoi: «Pinta tu aldea y pintarás el mundo». El mundo se revela, se conoce, en profundidad, no en extensión. Y se alcanza la profundidad en lo que mejor se conoce, ese lugar en el que se encarna el cuerpo. Uno y su aldea: he ahí un universo. En fin, no me atan esos tópicos: ahondar en ellos me libera.

Acerca de la forma: creo que el hallazgo de don Jorge Manrique en sus manriqueñas está, más que en las rimas, en la estructura métrica: 884884. La cadencia que puede obtenerse en esta estructura, si se combina bien la sintaxis con la métrica, me resulta encantadora. Ya en varios temas escribí romances con esta métrica: 8a8b4c8d8e4c, manteniendo la rima asonante. En este caso me limité a coplas, no manteniendo las rimas.

abrazo
Jorge