El sonido de un río

Está en tu nombre el sonido de un río
en tu sonrisa las luces de estrellas
que salvaguardan materia del frío
en el lugar en que posas tus huellas.

Los corazones inflamas de brío
con la alegría que siempre destellas;
das tu presencia llenando el vacío
con tus pupilas de lunas tan bellas.

Son creadoras tus manos de seda
el arte que haces con unos remedos
son universos que alumbran tus dedos

de más valor que papel y moneda
dado que afrontas, valiente, los miedos
hasta que solo la calma se queda.​

 

Hermoso soneto a esa alma que enfrenta con valor sus miedos. Gusto pasar por tus versos.

 

Muchas gracias por pasarte a comentar, estimada Luciana. Leí hace tiempo que los endecasílabos dáctilos no suenan bien junto a heroicos, melódicos, sáficos y demás, así que me propuse qué tal quedaría uno solo con dáctilos. Me alegra de que te parezca bien.

Un abrazo.

 

Elegante y soberbio soneto ! El manejo de las imágenes me gustó mucho porque el lenguaje fue apropiado para dar sentido al tema. Magnífico trabajo lírico.

 

Pues te diré, estimado Cirhian, que tus endecasílabos dáctilos,
suenan bastante bien. Saludos.

 

Muchas gracias, estimado Frank, por tu lectura y por tu comentario. Tenía ciertas dudas respecto a este soneto, me alegra lo que escribes respecto al lenguaje y a las imágenes.

Un abrazo.

 

Muchas gracias, estimado Rosendo, por tu lectura y por tu comentario. Para una primera prueba, no ha quedado mal; tal vez merezca otros intentos más.

Un abrazo.