El sueño americano, y la Revolución Francesa.

En efecto, estuvo en mi mano,
y lo alcancé, estirándome
alegremente, un poco más lejos
que los contornos de la Realidad.


No enloquecí, en el intento.





Le debía a Francia,
y a los Estados Unidos de América,
el ciento por uno,
el sesenta por ciento,
o incluso el treinta, conforme
a los beneficios obtenidos, de sacar
partido al talento que Dios me dio.
Así lo acordamos, en tiempos
de Jesús de Galilea: ¡ No perderás el
valioso Tiempo, pues eso es un crimen !

¡ Invierte tu don ! Sácale punta
al lápiz. Aguza tu ingenio...
¡ Audacia sin medios !​

Debía a los U. S. A. y a la Francia,





190 % de mis éxitos laborales.
¿ Por qué motivo ?
Liberté, egalité, fraternité...
Fidelidad, Bravura e Integridad.
National Basketball Association...


Por los adelantos tecnológicos,
y la lucha sin tregua, en pos
de una nueva Humanidad.
Una Humanidad que entiende a Sócrates:

<< Ser es hacer. >>


<< Ni los reyes ni los gobernantes
llevan el cetro; sino quienes saben mandar. >>


<< La mejor salsa es el hambre. >>


<< Sé amable con todos,
puesto que cada cuál libra
algún tipo de batalla. >>​

Y a Walt Disney:


" Si puedes soñarlo, puedes hacerlo. "





Y sí, soñé...
¡ Lo obtuve !
Mi Mercedes-Benz, mi BMW.
Siendo tan solamente un cadete.
Opel Kadett, pero que sigue a Wolfgang
von Goethe:

---> El Amor no se domina, se cultiva. <---​

Y por ello, ¡ El estilo sigue vivo !