El sueño

Como todos los días antes del amanecer encamino mis pasos hacia el muelle de Santa Mónica donde a esa hora solo las gaviotas rompen la quietud que rodea la bahía.

El cielo está estrellado y se distingue a lo lejos las montañas de Malibú que a sus pies las olas se estrellan en las rocas esparcidas en la playa reflejando el brillo de la luna.

Como todos los días, camino hasta la orilla del muelle, las corrientes de viento se mezclan con las del mar formando torbellinos que se pierden bajo el piso crujiente de madera... y entonces cuando el sol esta a punto de salir al horizonte, cierro mis ojos y me transporto lejos de donde estoy para volar por la ciudad de Los Ángeles, que a esta hora sus arterias están repletas de automóviles formando un cordón de luces que se extiende como pulpo en todas direcciones.

Llego hasta tú ventana donde duermes y con el primer rayo de luz que la penetra llego hasta tus sueños donde tu eres una princesa y yo un caballero que debe rescatarte de un gran dragón con alas y aliento de fuego.

En la batalla salgo triunfante y al acercarnos nos vemos con familiaridad, nos hemos visto en otros sueños pero de paisajes y épocas diferentes, reconozco tu piel color atardecer y tus ojos fijos. Mi corazón late apresuradamente y mis movimientos se vuelven torpes, el aroma de tu perfume mezclado con el bronce de tu piel se convierte en una porción mágica de la cual no puedo escapar, me acerco a tu cara y al existir solo un suspiro de distancia en nuestros labios, despiertas!.

AL mismo instante abro los ojos y me encuentro en el muelle de Santa Mónica, donde el sol acaba de besar el mar y esparce su luz pintando el cielo en tonos lilas y naranjas.
Las gaviotas comienzan a buscar los pececillos que se ven en la superficie

Como todos los días, me alejo de ahí en espera del próximo amanecer para estar en tus sueños.

 

Bienvenido.

 

Es una hermosa composición, muy bella.