El taxista

Todas las mañanas sale
con un mundo de ilusiones
con un tráfico infernal
para el sustento alcanzar

El tiempo no se detiene
a veces pasa de prisa
pero el taxista persiste
aunque su carro agoniza

Sus logros son como el tráfico
al que tiene que enfrentar
cada mañana al salir
a ver que puede encontrar

Lleno de colas inmensas
que nunca han de acabar
quizás como las penurias
del taxista al trabajar

Si el sol radiante ilumina
a sus piernas las calcina
y la lluvia cristalina
lo deja en cualquier esquina

Si el aire no le funciona
el pasajero molesto
le dice con voz jactona
cambie usted esta perola

El pasaje incomoda
al usuario que es sifrino
pero quiere que lo lleven
como a un artista de moda

Las mujeres las mejores
que en el taxi se acomodan
hasta se pintan los labios
y no pelan los favores

El miedo no le detiene
aunque lo aceche la muerte
pues en su jornada es siempre
carnada de delincuentes

 

Buen poema dedicado al sufrido taxista.

Saludos desde Madrid.

 

Un verso muy realista. Saludos!!

 

Un poema que retrata en buena parte las personas que viven de esa profesión, me ha gustado mucho pues mi padre es un de ellos. Abrazos buen poeta

 

Un poema muy real de ese personaje que todos necesitamos alguna vez. Un poema real como la vida misma que creo no está bien ubicado en poesía cómica.
Placer leerte

Alfonso Espinosa