El templo eres tú.

Pudiera parecer que hay,
enigmas develados,
pues para cada nuevo paradigma,
o manera de ver el mundo,
hay un Momento.





De ahí que la raza entera,
viva como una sola
unidad biológica de consciencia,
amparada en su
subconsciente colectivo.


Por supuesto, se avecina
una tormenta descomunal,
dado que las pasiones
negativas de la raza humana,
afloran fácilmente, dada su
gran inteligencia.


Intolerancia, descreimiento...


No son escepticismo.
Sino egocentrismo,
antes bien, y una tendencia
morrocotuda, ¡ Bestial !
A contaminar el ecosistema
o medio-ambiente.


Cuestiones lógicas, tanto
como el hecho empírico,
de que, en cada mundo habitado,
cuantas más creencias tienen,
más atrasados están.


Mientras que en aquellos mundos
ateos, la Misericordia
sale a relucir, neta y simplemente,
sin tantos aderezos,
ni alardes, ni rituales,
ni rezos.





" Derribaré el templo,
en 3 días. "


Avisaba Jesús de Nazaret.


Puesto que el cuerpo humano
es un templo,
cuyas ventanas son los ojos.


No importa en qué entidad,
supra-física, poderosa,
ponderosa y omnisciente,
el sujeto crea; sino su Obra.





Ser es hacer, según Sócrates.
Y si puedes soñarlo,
puedes hacerlo.
Como observó Walt Disney.

En suma: La mediocridad,
o la vulgaridad,
no son enemigas del altruismo.
Donde el protagonista es el Otro.​

Y le puedes escuchar.
Le puedes retribuir,
o recompensar, por su diligencia.





¿ Qué hace, en qué piensa,
y a dónde va ?
¿ Socorre al caído,
como buen prójimo ?
¿ Se fortalece,
sacando de su interior,
las agallas que son menester
para no sucumbir
ni bajar
los brazos ?


Ateísmo, escepticismo, ¡ Sanos !
Incluso nihilismo,
por absurdo que parezca,
en función de que la Nada
es igual al Todo.
Y por lo tanto, no hay
enemigo pequeño, sino
que todos los habitantes,
de cada planeta que es apto
para la Vida, son respetables.





Especiales, únicos,
importantes. En tanto
en cuánto, recuerden
para qué estamos aquí.


O allí. Donde fuere...

 

Muy cierto mi estimado Nommo, porque todo tiene una razón de ser.... pero lo que siempre nos hace caer de espaldas
es nuestro propio ego. Excelentes reflexiones, que trascienden el humor de siempre para hacernos pensar un poquito.
No se olvide que soy su amigo... jejejej

 

Siempre se puede aprender un poco más.
El problema del Bandido, o Niño Grande...
Era que consideraba su entereza, o su integridad, como la mejor posición, en el tablero de Ajedrez.
Algo que no deja lugar a dudas. No puede caber ninguna otra opción.
No hay Ego de por medio. Sino un...





Interrogante.


Entonces, él se pregunta: ¿ Cómo no me han informado, de que este Foro de Internet, existe ?
¿ Cómo yo ando a tientas, por el mundo, todavía ?
¿ Por qué la Luz se hizo, con o sin mi permiso ?





Y a él le hubiera gustado intervenir, diciendo: ¡ Fíat Lux !