El tesoro de Garachico (Pequeño homenaje a Dulce María)

“Es más difícil encontrar un tesoro
que crearlo” Dulce María Loynaz[1]

Enterrado en el suelo de esa tierra de gigantes,
espera el velero María Galante,
por algún aventurero casa fortunas
que venga en su rescate.

Galeón de oro puro,
tesoro inmenso robado a los incas,
provocó la ira del gran Trevejo,
y aunque la Historia es difusa,
para hacerla interesante,
como la cuenta María,
la Dulce María:
no deja de ser historia,
no deja de ser veraz,
simplemente es poesía,
al estilo de Loynaz.

Han pasado tres centurias,
del nefasto mes de mayo.
Primero la gran explosión del Trevejo,
que vomitó sobre el puerto
la furia de los infiernos
hundiendo al María Galante.

En eso discrepan autores,
que no aceptan que el velero,
no escapara en un instante.
Mar transformado en piedra,
piedra transformada en misterio,
misterio transformado en poesía…

Sí, es poesía la historia,
que no es de piratas ni de amantes.
Enterrado en el suelo de esta tierra
espera el velero sepultado,
cargado de oro y de diamantes.

Frank Calle (12/feb/2019)

[1] Premio Cervantes de Literatura (Nobel de las letras hispanas), y otros premios notables, como La Orden de Alfonso X el Sabio, la Orden Isabel la Católica, de Periodismo y el Premio Nacional de Literatura, que se otorga de por vida, en Cuba