El Tiempo borra todo cautiverio. Soneto.

Estuve hace un millón de años fugaces
metido en un trajín apasionado.
Andaba con la luna a mi costado
llevado por sus versos contumaces.

Estuve hace un millón de años voraces
corriendo por no ser amedrentado,
tirando de la brida y su bocado
por no caer mordido entre las fauces.

El Tiempo me enseñó a seguir deprisa
envuelto en un lunático misterio
que empapa con sonetos mi camisa.

El Tiempo me asegura el magisterio
cambiándome el temor por la sonrisa:
el Tiempo borra todo cautiverio.

 

El tiempo, remedio sin igual para muchos males, consuelo para la desesperanza, temor para los años y bálsamo para el desamor, me encantaron tus versos, le dejo estrellas a tu tiempo y un abrazo.

 

Muchísimas gracias Luviam por tu comentario tan amable y tan expresivo. Un abrazo entrañable. Tras el tiempo y la noche... El alba.