El tiempo dictamina al hombre arrodillado

El tiempo dicta laudo
lavando las heridas del recuerdo
desazonado, jaudo
nadie lo apura, lerdo
no sabe del Señor ni de su Izquierdo
ni abriga sentimientos
danzando en su simpleza con lo eterno
llevando en sus sarmientos
leteos del invierno
que preñarán de olvidos tu cuaderno.
Renacerás ungido
por la esperanza nueva que se anida
en el primer latido
angustia repetida
el perder de antemano la partida
enfocado al nacer
en un infinitésimo camino
para volver a ser
el polvo del destino
cuando al vadear, la suerte del tondino
te obligará a volver
para que seas ciclo una y otra vez.
Serás volver a ser
como el ciclo del pez
repitiendo su guión con tozudez.
Y al agotar los giros
compondrás en las cuerdas de los tiempos
escapes de suspiros
segundos de lamentos
y el gong que enhebra tiempo de tormentos
de fuertes campanadas
que peina cabelleras en el cielo
de liras estrelladas
con fulgores de hielo
te volverá cascada en otro vuelo.


¡despertarás!​

 

"te volverá cascada en otro vuelo.", Que hermoso poema para evidenciar lo cíclico del destino de los seres humanos.
Ahora que observé que son 7 liras encadenadas, como los ciclos del tema.
Un gran placer leerte y releerte.

 

Luciana


Poeta


Si a fuer de parecer adicto a la práctica de la disciplina budista... esta concepción griega del volver; del baño en el Leteo, del Averno donde se juzgan nuestras conductas... es una concepcion profundamente Cristiana... que algunos transformaron en la inmovilidad monorrima de vivir para sentarse a la derecha del señor del cielo... UNA VEZ...
Prefiero creer en aquella en la del destino circular como la de los planetas que tambien cumplen giros y vuelven a ser..

Una vez más gracias por ayudarme a repensar


Un abrazo

 

Me había hecho a la idea de que por aquí no se daban estos transcendentales temas.
Me he quedado gratamente sorprendido con el contenido de tu poema.
Vamos por el mismo camino.
Un abrazo.
Castro.