El tiempo en que el mundo murió

Herirá en un albor carente de oxígeno
​

agonizó la vida por el urbanismo cancerígeno,​

sólido y tieso el petrificado árbol marchito​

sucumbió por su dictamen prescrito,
​

la espesa negrura asedió la tierra
devastando todo como si habitara una guerra.​

Llego el día en que las preces no fueron oídas por el mundo
y el manto del sigilo fúnebre acechó en lo profundo.​

La luz de la raza humana se apagó
sin dejar legajo en la noche que divagó,​

el rancio sol percudido con su polvo en su sitio se desvaneció ​

y la luna perdió su resplandor junto con la vida que palideció.
Un manto oscuro cubrió la memoria del destino atroz​

y ni una oración ya se oyó en la perturbada voz.
Sobre ruinas y ripios de lo que fue una civilización ​

descansó la letanía de la tierra que murió.
​

 

Profundos versos que comparte saludos.

 

Muere la tierra y la humanidad por la violencia desenfrenada contra la naturaleza. Es cierto. Saludos poeta.

 

Existe casi un vocabulario específico en el diccionario para la casuística el cataclismo y todos más o menos plaza emplear, aquí la despliegas con sabiduría; de hecho es una conocida y atractiva temática, el fin del mundo con todos los avatares de un devenir perseguido casi a ultranza por todo esa humanidad qué sabía cuál era la dirección y diana de sus pasos.
Entonces al final resulta un poema menos misterioso por más que nos empeñemos todos en tildar esta cuestión como algo arcano. Quizás no el fin del mundo.. pero sí de muchas especies y de sus ecosistemas, equilibrio y zonas de origen vírgenes. Se pierde todo.
I abrazo, danie. Un gusto leerte. Aunque esto me duela

 

Hecatombes traen tus versos, en una fantasía que nunca se haga realidad. La naturaleza es sabia y nunca permitirá tal eventualidad. Excelentes versos que hoy amanecen pesimistas.
Un placer, feliz entrada de semana.

 

Impactan tus palabras, incluso por lo que puedan tener de premonitorio, de esta raza que ha confundido los valores, que persigue lo material e inmediato y se olvida de lo permanente y de lo que transciende. Un abrazo amigo poeta.

 

Es verdad Danie estámos al borde de la extinción por nuestros propios errores y lo que es peor es que la mayoría no se da cuenta y sigue el mismo curso egoista hacia el final que pronto nos espera. Felicitaciones por estas profundas, crudas, emotivas y muy reales palabras en este magnífico poema, reputación y saludos poeta

 

ME ha causado un poco de miedillo tus letras, pero muy realistas
esperemos que la naturaleza en su vivo misterio se siga renovando.
y que el hombre malo se extinga

 

Negras y oscuras sombras atormentan .Desde aquí en mí fuego fatuo clamo al cielo, si es que existe.Para que hagan acto de presencia y salven aquello mejor de nosotros.Un abrazo Dani y arriba, arriba aunque no te perdones a tí mismo ese fatal desenlace. Te dejo mi hombro, mi callado, mi farolillo para que andes tu camino sin perderte.

 

Tienes mas razon, como se suele decir, que un santo. Siempre creí y creo que el fin del mundo está en manos de la raza humana. Verso acertado y que deberia mover nuestras conciencias. Aquí, con este verso, cumples el trabajo del poeta: conmover para avisar y avisar para llamar la atencion. Felicidades.