El tironeo

Veo un túnel de luz,
tengo miedo,
me asusta ya estar afuera.
Esos ojos me miran,
paz me transmiten,
y al sentir escalofríos lo supe,
supe que de lo único que tengo certeza,
es que siento el exterior y el exterior me hace sentir.
La incertidumbre es la base de la vida,
y de lo impredecible es el camino a la muerte.
De lo único que tengo certeza,
es que todos lloramos y reímos alguna vez.
¡Gracias conciencia por esta vivida tortura!
Esa condena de sufrir indeterminadamente,
pero determinada hasta morir.
Gracias al tironeo incesante del amor y el odio
de lo único que tengo certeza,
es que las almas van y vienen,
entran en la propia, cambian algo, y se van...
Pero hay una...una sola prevalece.
Esa es alma propia,
te voy a cuidar,
ya que uno vive para los demás, es decir que nadie vive realmente,
por mas que respire...
Porque las redes de satisfacciones mueren, y nunca alcanzan nuestras expectativas ¿verdad?
De lo único que tengo certeza,
es que veo un túnel,
tengo miedo
me asusta estar afuera.
Ya que todo es igual, yo funciono como siempre.
Mi vida fluye instintivamente, mi realidad ideal cambia...siempre floto en pensamientos,
pensamientos inexistentes.
¡Pensamientos existentes!
No existen y viven, viven y no respiran.
En un mundo donde la gente exhala odio.
Me incluyo...
Todo es igual, respiro ira exhalo odio,
mas todo sobrepasa.
¡Inclusive hasta a la hipocresía!
Y el que dice que sus raíces son puras y siempre lo fueron,
afirma mi teoría,
de que al crecer al borde del acantilado, hay que cruzar basura para llegar purificado.
Para que el que construya su mentira, cree su verdadera realidad.
La realidad de la vida,
la vida es un acertijo,
un misterio de quien elige vivirla
y un cobijo de quienes la coronan..
¿Es acaso la vida un regalo de quien la posee?
¿O es un tiro al aire lanzado anonimamente?
Que atraviese el que blanquee,
o tomado con guantes de hierro para que lo despida,
valiente y desagradecido, dice no al motivo.
Vida sin motivo, como pez sin agua y ángel despectivo.
Objeto pensante de orquesta de violines,
dirigiendo a ritmo cual cardúmen impredecible,
direcciones intimas...
Un paso en falso,
un paso ciego,
y la humanidad de la alegría en la oscuridad queda.
Como la sobre de lo que algún día fue un recuerdo...
cual mente abierta un principio marca,
pues el final acecha y desgarra el telón, que abierto despierta
las almas hambrientas, sin rodeos ni nieblas
¡Alimenten a la bestia!
Años, horas, minutos, segundos...para que el que vivo duerme despierto muere.
Ojos abiertos y alertas,
eso no importa al final,
despliega lo que se tiene sino por si solo valora.
Pues nada es eterno, nada es para siempre y claramente,
la certeza es invisible, inexistente e impredecible.
Nos conmueve día a día con un falso discurso, que nunca ah pretendido alargar.
Pues la muerte ah nacido y la vida ah muerto
y la vida nace y la muerte muere por dicha.
El vuelo comienza y la vida al sueño alarga,
en mis manos lleva la tormenta,
y yo quiero vivirla en un sueño.