El tonto pintor que se permitió ser feliz

El tonto pintor que se permitió ser feliz.

De la mano del pintor
Salió una paloma tuerta.

Ella quiso volar
Espantada y loca,
Aleteó en la habitación,

Se estrelló en una ventana
Y cayó aturdida,

El pintor la cogió con sus manos
Resecas.

La puso dentro de una jaula
Y la alimentó con trocitos
De óleo.

Cada tarde le silbaba viejos boleros,
Ella lo miraba con su único, brillante ojo.

Ya no había luz, ni dinero, ni pan,
Las cartas se amontonaban
Y el casero exigía la renta.

Pero eso no importaba tanto,

Ellos sólo silbaban y pintaban,
El pintor aprendió a trazar
Con el sonido
Y la paloma
A cantar con la mirada.

Ya no había ni comida
Ni ropa, ni muebles,

Pero eso no importaba tanto.

El viejo pintor enseñó a la paloma
A pintar con el pico.

Y la paloma decidió enseñarle
Lo más hermoso que tenía
al viejo pintor.

Así fue

Subieron a la azotea sonriendo,
corriendo
Y ahí parados los dos
A la orilla,
Viento en la cara,
Ciudad en los ojos,
Abrieron los brazos, las alas
Y saltaron
con todas sus fuerzas.

“suicidio”
dijeron los paramédicos
al recoger el cadáver.

Pero el viejo pintor
( y esto sólo lo sabemos tú y yo)
En realidad
Había dado

Su primer

Aletazo

A la felicidad.
​

 

Felizmente volando tus versos los dejaron... Bien por ese cuento que plasmas en tus versos. Un placer leerte.

 

gracias savasppcc por tu comentario aunque no estoy seguro que sea un cuento, no cumple con todos los requicitos, es quizá un anticorrido, una alegría, un escupitajo en su camino de la boca al suelo, una piedra arrojada desde la torre latinoamericana.