El último suspiro

Reclinado ante ti amada mía

en el momento del dolor sublime

y viendo que tu pecho ya no gime

se colma de tristeza el alma mía.


Es desgarrador verte acostada

y estrujarte tan fuerte el pobre pecho

con diligencia acuden a tu lecho

pero de ti la vida esta esfumada.


Y del cuarto en un rincón tirada

presa del pánico y la ira contenida

se casca contra el piso la hija amada

cual si estuviera del demonio poseída.


Ya ni los monitores muestran signos

los doctores terminan extenuados

una vez más se cumplieron los designios

y dejaste a tus seres tan amados.

 

Triste y conmovedor poema amigo José, situaciones así nos hacen pensar en lo pequeños que somos. Te mando un abrazo desde mi querida Zaragoza. Paco.

 

Muchas gracias Paco por la visita, el comentario y la comprensión. Un abrazo desde Manizales.