El vano oropel

Un día hasta mi hogar
llegó un amigo,
me vino a invitar a una sala frivola,
decía que me fuera a divertir,
que tanto encierro
terminaba por acabar mi mundo.

Mi mundo de encierro,
pues ese era mi mundo,
así yo soy feliz,
yo gozaba en paz,
de mis tardes, de mis noches,
gozaba de la noche,
con su maternal capuz,
en la santa compañía
de mi hijo y de mi mujer,
¡Oh! que divina es la noche,
en tan dulce compañía.

Y nos fuimos mi amigo y yo,
segun el,
a gozar con el frivolo divertimento
que segun él rompía
mi encierro monascal.

Y visité la sala frivola,
solo ruidos de trajín escuché,
me despedí de las salas frivolas,
de aquel vano oropel,
y volví buscando ansioso tu mirar,
adios salas frivolas,
adios vano oropel,
en mi hogar tengo dos luceros
que cuando me miran me pregunto:
¿para qué buscar el vano oropel,
las ruidosas compañías,
si aqui en la quietud de mi hogar
encuentro toda la alegría?
de aquí soy yo.

José Manuel Muro Mora...----------

 

Muy bueno ,y cierto por que buscar en otros lugares lo que tienes en tu hogar donde en verdad se le aprecia a uno. un gusto leerte hasta pronto

 

EXCELENTE POETA HERMOSO!


Porque nadie sabe lo que tiene
hasta que la ve con otro !

Apoyo de corazón las causas del Amor!
la indiferencia el cáncer
que mata la esperanza !...

Corazón lindo gracias por tus letras !
con amor apoyo tus versos

con mi lluvia de estrellas !
apoyo tu corazón
para que no dejes de escribir

los sentimientos de amor !
puros y bellos de tu alma!

un abrazo
un beso
Tavata.