El viejo viajero

El viejo viajero

El viejo viajero va…
sabiendo que no se ha ido
del sitio donde ha nacido,
que es donde se morirá.

El mundo ha cruzado ya,
extenso es su recorrido,
mas nunca se ha arrepentido;
su empuje continuará…

Sus ojos traslucen más
paisajes que atlas y lentes.
Sus labios están silentes;
el habla es visión mendaz.

Sus huellas son la señal
del libre rumbo anhelado
por quienes se han abocado
a su esencia natural.

La Tierra es un punto más
girando en el Universo...
Él da vueltas siempre inmerso
en su sereno compás.

Cuando retorne al lugar
nativo de su largada,
comenzará, cual si nada,
el más profundo viajar...


Ariel Carrizo Pacheco
(2011)​

 

¡Muy agradecido, querido Luis, por tan generosas palabras!

Estas redondillas tienen unos años. Ahora, en los nuevos versos, también trato de evitar la rima entre zeta (z) y ese (s), que por aquí solemos pronunciar de igual modo -como "s"-, de allí la asimilación. Pensando en esto, acabo de modificar el verso 20: "en su merecida paz" por "en su sereno compás".

¡Nuevamente gracias, un cálido abrazo y hasta pronto!

Ariel

 

Excelentes redondillas enmarcando un buen poema sobre la vida al transcurrir de los años en que se acaba volviendo al terruño para dejar descansar allí los huesos.

​

 

Buenas tardes, querido Maramin: Muy agradecido por el bello comentario que ha dejado en estos versos, interpretándolos con tanto acierto y sensibilidad. ¡Reciba mi más cálido saludo!:

Ariel