Ellas ven claro

Un acercamiento, dijo el destino y después de dos claros
Arguyó la vida:“no soy tu amada. Entre todos los cuerpos
me escondo como la niebla”.

Los árboles solo conocían la labranza a lo lejos,
incluso caídos o fuera de su mágica estatura
querían seguir mutando entre mis venas
para terminar acariciados por el viento.

Abjurar, entonces, era la premisa
y solo la premisa, mi querido Juan Pablo,
para no caer como tanto otros
volver rabioso y determinante.
Allí es donde me acerque a ella:
mi cuerpo se sostenía flaqueando
el espíritu corría por desiertos irrisorios,
para verla desde la lejanía…

solo logré apretar mi pecho
y desfilar por muros entre pintados
donde la religión vivía su mayor miedo.

 

me encanto tu poesia amigo,placer leerte espero seguir haciendolo,saludos.

 

muchas gracias amigo Hondureño...
saludos

felices fiestas (a todos)

 

Cual es tu nombre real?