Ellos siguen.

A veces hay tristezas grandes en la desnudez de la ironía.
Capital de la piel amiga
que sigue jadeando descontrol en el alma
y languidece de aquellas esperanzas,
una vez fruto de tanta nada.

A veces hay tristezas grandes que me matan,
me acribillan y me hacen débil.
Me tiran al suelo con golpes de ensayos
para rematarme con esos puños cerrados
que duelen en mi humanidad universal.

A veces hay tristezas de insuperables signos de violencia y escarnio.
muertes que no vienen de súbito
aunque desee fastidiar la realidad con mis manos.
No llega quien puede,
pero ellos siguen maltratando.

Siguen sus torturas...

He dejado de intentar.

 

Tristeza, violencia, torturas, entregarse a la suerte de la ironía. ¡Cuán injusta puede ser la puta suerte!
Le veo en las nubes oscuras que pueblan este cielo aquí, esta noche.

 

gracias don césar por sus palabras............y sentimientos que permite mirar...............un beso para usted..............Clari