En alguna esquina...

Solo ya como sólo tu
despedirme puedes,
me marcho, nos marchamos.
Nos marchamos de nosotros,
a nosotros vamos:
Vamos hablando lo no dicho,
callando vamos lo hablado.
Los ojos, lánguidas agujas,
de mi lado tu lado descosen
y otra vez, sin serlo, son
-tu cuerpo, el mío-
los que de casa van saliendo,
los que en alguna esquina,
despidiéndose se iban.
Antes de mí estás tú,
después de cada paso,
presente a toda huella,
Vas y vienes, vienes, vas,
a cada momento momentánea.
Desdibujada y vuelta a dibujar,
por sobre otra tú, en alguna esquina,
hay otra que no reconoce
a los que de casa salieron
y despidiéndose fuimos.
Otra tú hay que te desconoce
y que recorre, a diario, conmigo
–y tan ausente de ti-
la vida que viviendo estoy.