En días como hoy yo me pregunto

¿Por qué nos toca siempre ser las fuertes,
decir que solo es lluvia lo que es llanto,
fingir que estás feliz, que te diviertes
y esconder la raíz de tu quebranto?

¿A dónde huyó la luz, dónde se hospeda?
no te podré alumbrar si estoy a oscuras,
si del brillo de ayer solo me queda
la blanda calidez de las ternuras.

Cuando intento volar no lo consigo,
con las alas quebradas no alzo el vuelo.
Aun así, gritaré ¡Estoy contigo!
aunque en días como hoy no alcance el cielo.

Tú sabes bien que nunca nos rendimos
a pesar de las luchas que perdimos.

Creado el 8 de Marzo de 2022
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Gracias Luciana, y para es un placer, tenerte al otro lado de mis versos.
Un abrazo, solidario.
Isabel

 

Mi muy estimado Alonso, me encanta tus comentarios, el como dejas la riqueza de ese diálogo con el poema. Si así es es callado sufrimiento nos hace fuertes, hasta que un mal día, tanto silenciar el dolor nos mate la esperanza. No hay nada como una reunión de amigos para gritar: ¡hoy no quiero fingir que soy feliz!, y tras esa descarga, mañana volveremos a volar ligeros, a pesar de nuestra ala quebrada.
Mi cielo hoy, ya no amenaza, es un hecho...llueve .
Un abrazo grande, Poeta.
Isabel

 

Gracias Ángel por tu generoso y cálido mensaje, siempre son bien acogidos los abrazos fraternales en ente tiempo donde la fraternidad escasea.
Un abrazo también para ti Ángel.
Isabel

 

Anamer, gracias por acercarte a leer. Así es nacemos programadas para amar incondicionalmente, para silenciar nuestra queja, para sacrificar nuestros deseos de libertad, en favor de la responsabilidad. Por fortuna, todo está cambiando.
Gracias por tu empático comentario.
Un abrazo compañera.
Isabel

 

Hola compañera, creo que es la frase de la vida de bastantes de nosotras, las heridas sufridas nos hacen más fuertes.
Gracia por detenerte a leer y por dejar tu huella.
¡Salute!
Isabel

 

Mi querida Isabel, siempre es una alegría recibir tu comentario, tu empatía, tu generosidad, y tu encanto que nunca decae. Si, es el amor en realidad lo que nos une lo que hace que lo negativo de la vida se diluya, lo que hace que aceptemos nuestros días grises, que sepamos que mañana de nuevo saldrá el sol.
Un abrazo muy grande querida tocaya, gracias por tu calidez.
Isabel

 

Hola Tommy, gracias por acercarte a leer. Efectivamente así es, desde niña tuve una sensibilidad especial para captar en la mujeres de mi familia, que tras una aparente sonrisa, se escondían las lágrimas, siempre tuve la impresión que esa era la pose que se esperaba de nosotras, esa sonrisa perenne, y ese espíritu de sacrificio que nos enseñaban las religiosas. Quizás vosotros no necesitéis nada de eso, es más, nos enseñan que al hombre huraño, que actúa de forma agresiva, hay que salvarlo de su propio infierno buscando las causas que le impulsan a esa conducta, como la protagonista del cuento de "La bella y la bestia"
Muchas mujeres de hoy y de ayer, han sido madre y padre, bien por viudedad, o por separaciones, y han tenido la obligación de no desmoronarse ante los hijos, ni en el trabajo donde se exige vender la imagen de tu empresa y sales a la calle con el alma rota y el mundo a tus espaldas pero sin olvidar la máscara de la sonrisa, y haciendo gala de una alegría ficticia, como una actriz que al salir a escena ha de mantener ese brillo de una estrella muerta.
Perdona que me haya enrollado de esta manera, no todas las mujeres ni todos los hombres están cortados por un mismo patrón, hay madres duras, exigentes y padres bondadosos y sumisos, pero no es lo habitual.
Si, el final tiene ese giro esperanzador que es nuestro lema en el día a día ¡Nunca nos rediremos, a pesar de las luchas perdidas!
Un gran abrazo.
Isabel

 

Gracias, Carlos, por dejar tu amable y generosa huella en este espacio.
Abrazo

 

Hola José, gracias por tu generoso comentario y por tu huella en este espacio.
Un abrazo
Isabel