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En el cajón

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por esthergranados, 14 de Octubre de 2017. Respuestas: 3 | Visitas: 409

  1. esthergranados

    esthergranados Poeta adicto al portal

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    El inspector interrogaba a los vecinos. Había un gran revuelo en la calle. Momentos antes, los gritos del joven sobresaltaron al vecindario. La madre de Sergio yacía en el suelo del dormitorio con la cara destrozada. La sangre dibujaba una mancha oscura que se extendía alrededor de su cabeza. Apenas se la reconocía. De no haber sido por la ropa y por el lugar donde estaba, nadie hubiera podido identificarla. Ni siquiera su marido. Alguien sacó al muchacho de allí y llamó a la policía.
    La vecina del piso de arriba contestaba al comisario con recelo. Sus respuestas eran escuetas, pese a la insistencia del oficial. "Sí, agente, el matrimonio parecía feliz". En realidad, no tenía apenas contacto con ellos. "¿El chico? Un poco raro, quizás, pero educado". El chaval le daba pena, siempre tan serio, tan retraído. "¿Problemas económicos? No creo, vestían bien, y viajaban mucho". La mujer estaba visiblemente incómoda. Nunca le importó la vida de nadie y ahora tenía que hacer grandes esfuerzos para contar unos detalles a los que jamás prestó atención. "Sí, ella era muy guapa, y tal vez demasiado joven para él, pero supongo que no le daban importancia a eso". La pareja llevaba poco tiempo viviendo allí, y no sabía gran cosa de sus vidas. "Hablaban poco con los vecinos, pero eran muy correctos con todos".
    "No, señor, nunca aprecié mal comportamiento del marido con ella, ni malos modos, parecían una pareja muy unida. Siempre iban juntos, y se les veía felices. El chico era otra cosa; muy serio para su edad, muy callado, yo diría que incluso antipático. No tenía amigos, y parecía triste". El vecino del primero era más elocuente que la anterior. "A mí me parecían bastante raros y, entre nosotros, muy estirados, sobre todo ella, una mujer distante y engreída, como era tan guapa..." El hombre estaba en su salsa, como si fuera el protagonista de una novela de intriga. "Antes he dicho que parecían muy unidos, pero lo cierto es que algunas veces..." Hizo una pausa un tanto teatral. "A ver..., cosas de familia, todos nos enfadamos de vez en cuando y nos sale el genio, y levantamos la voz. Hace poco tiempo discutieron. Yo me enteré porque en verano, con las ventanas abiertas, se oye todo. Era por el chico. Es que no le gustaba la pareja de su madre, por lo que yo pude entender".
    Al marido de la victima no le sirvieron de nada los torpes argumentos que adujo y su débil coartada. Nadie creyó que precisamente ese día estuviera de viaje visitando a un cliente con el que, casualmente, no se pudo entrevistar. A uno de los vecinos le pareció oírle gritar a la mujer poco antes de su muerte, y el hijo aseguró que le llamó para decirle que se quedaría con su madre esa mañana. La señora que limpiaba la escalera afirmó que a la hora en la que, según él, estaba de viaje, le vio asomado a la terraza que daba al jardín. Casi se atrevía a jurarlo. El testimonio del chico fue crucial en la resolución del caso. Contó cómo su padrastro maltrataba a su madre, les habló de las violentas discusiones, de su adicción al alcohol, de su odio hacia él. Les contó que su madre no aguantaba más y que pensaban marcharse de allí dentro de poco, que el marido no podía soportar que se fuera, que era tan celoso, que la había amenazado con matarla si lo intentaba. De nada sirvieron los careos entre los dos, y la desesperación del hombre cuando juraba que todo era falso: el testimonio del muchacho y las huellas en la pistola que ambos utilizaban para el tiro al blanco, fue definitivo.
    La carta dormía escondida entre la ropa, en el fondo del cajón. Años atrás, cuando ocurrió todo, él se ocupó de quitársela de las manos y de guardarla en un lugar seguro. De vez en cuando la sacaba y la volvía a leer. Solo así se convencía de que aquel hecho fue real. Le costaba creer que hubiera sido todo tan sencillo, que algo que improvisó sobre la marcha, hubiera salido tan bien.

    Querido hijo, querido Carlos
    Os preguntaréis por qué he hecho algo así. Sé que será difícil que entendáis mi decisión, pero ya no aguanto más. Es algo muy doloroso y muy meditado. Lo hago para ahorraros el sufrimiento de ver cómo me deterioro día a día. El resultado de las últimas pruebas no me dejan otra opción, y las palabras del médico, tampoco. No quiero ser una carga para vosotros dos, os quiero demasiado para aceptar vuestro sacrificio. Espero que algún día podáis perdonarme.
    Sergio, no seas tan duro con Carlos. Él te quiere y si le das una oportunidad, estará a tu lado, apoyándote, cuidándote. ¡Qué celoso has sido siempre, cariño! No debes dudar de mi amor por ti, te quiero más que a nadie en este mundo, y me voy de él amándote por encima de todo, pero me enamoré de Carlos y algún día, cuando tú te enamores, comprenderás por qué no pude renunciar a su cariño.
    Me voy triste, pero tranquila porque sé que hago lo que debo. El dolor que os he provocado no será tan grande como la pena de verme morir día a día.
    Gracias por vuestro amor, sé que me habéis querido mucho. Ojalá algún día, en algún sitio, nos volvamos a encontrar.
     
    #1
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  2. Emp

    Emp aww

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    Es un caso duro. Tal vez sea ficción, no sé, pero lo llevas muy bien. Me gustó mucho, en especial la carta, soy un poco amante de las cartas de ese tipo. Gracias por compartir Esther.
     
    #2
  3. Valen_Tina

    Valen_Tina Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Magnífica y dramática prosa sobre la venganza, también de como se materializa el odio hacia el otro. La envidia y los celos que siente hacia el padrastro son superiores al cariño que siente por su madre.El suicidio como opción por ese deterioro que trae la enfermedad y que la protagonista es incapaz de afrontar.Las cosas nunca suelen ser lo que parece y es cierto que por las circunstancias y sin crear un plan especial el padrastro es condenado sin dificultades, el hijo manipulador solo necesita ocultar pruebas (la carta) para que la realidad parezca lo que no es. Esto da mucho miedo Esther.Me ha parecido muy interesante la belleza de la protagonista y la percepción que los demás tienen de ella,porque el ser guapa me ha parecido que es un inconveniente, en vez de admiración esa guapura despierta recelo y una buena dosis de envidia.
    Un verdadero placer leerte Esther en este relato policiaco
    Abrazos hasta tu espacio
     
    #3
  4. Lirae

    Lirae Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Me he quedado sin palabras ante tanto odio. Cómo puede alguien vivir así, con ese rencor y esa carga sobre la conciencia...No sólo demostró su odio a su padrastro sino que además el desamor a su madre...
    Me ha impactado mi amiga...
    Besos...
     
    #4

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