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En el espejo

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por silveriddragon, 13 de Febrero de 2020. Respuestas: 15 | Visitas: 1237

  1. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    En el espejo habita alguien que no conoces, hasta que alguien te hace voltear hacia adentro.

    Palabras de un chamán a su hijo.

    I

    Eduardo estaba muy cansado, meditando acerca de los errores que había encontrado y tenido que corregir.

    Era absurdo. Tantos y tantos errores en la elaboración de aquellas proyecciones. Le habían prometido que si lo terminaba a tiempo podría tomarse unas largas vacaciones en el pueblo de donde provenía.

    Al recordar los cielos claramente despejados y los árboles movidos por el viento se sintió algo reconfortado. Casi pudo saborear el olor de un café recién hecho mientras estaba en el pórtico de la casa de sus padres almorzando.

    Cerró los ojos invocando esos recuerdos. Se disponía a llevar el informe final a la casa de su jefe.

    Pero, recordó su otro trabajo.

    En la habitación a un lado de la suya estaba una recámara. Eran ya las 8 de la mañana así que tenía que ir a atender a su huésped.

    Con una sonrisa en el rostro, una sonrisa sincera pues la chica le agradaba de manera infantil, era como tener una hermanita menor.

    Se acercó a su cama y la despertó suavemente con unas palmaditas en la frente. Unos ojos azules le recibieron mientras trataba de pronunciar ciertas palabras con la boca un poco torcida:

    - Buu... buuu.. buenos días - con una voz algo gutural, pero aún así melodiosa - Eeee.. duar.. do.. ¿sooo ... soñé con un caaaaampo verde con muuuuuuchas vacas?

    - Ah, señorita, es usted muy afortunada. Soñar con vacas en un campo es signo de buena suerte. Ahora vamos a levantarte para arreglarte. Hoy tienes la visita de tu hermano.

    - Eee... eduuuuardo... Eeeentonces, ponme bboooonita.

    - Claro que si Alicia, vamos, vamos..

    La tomo de una forma delicada de la cintura y la espalda para ayudarla a incorporarse. Después la llevó al baño y espero unos minutos antes de subirla a una silla de ruedas.

    No es muy común en el lugar donde vivía que un hombre atendiera a una mujer con capacidades diferentes. Algunos ya lo habían censurado y otros le retiraron la palabra. ¿Qué podía hacer?

    Al principio lo hizo como un favor para el jefe de su jefe que no tenía tiempo para atenderla o al menos eso alegaba. Después, con el pasar de los días, terminó por sentirse bien al ayudar a esa pobre alma desvalida.

    No sabía si su condición era de nacimiento o si fue por culpa de alguna enfermedad o accidente. Su jefe le advirtió que no preguntara al respecto.


    II

    Francisco se levantó de su cama un poco aturdido por la fiesta de la noche anterior. Fue al baño a lavarse la cara, bañarse y arreglarse para ir a trabajar.

    Tomó una camisa, una corbata de seda y unas botas negras. Se arregló un poco el cabello largo.

    Después de darle unos sorbos a una taza de café regresó a la recamará y sacó de su billetera dos billetes grandes y los dejó sobre la cama mientras una mujer del otro lado seguía durmiendo.

    Sonrió de manera cínica mientras recordaba como la había forzado.

    Llamó por teléfono:

    - Aló.... Eduardo, ¿ya está lista la proyección? , Carajo, la quiero inmediatamente en mi oficina. Me vas a explicar todo antes de la junta con el jefe. ...... Si..... Y no olvides que hoy pasa a ver a la inválida esa. .... ¿Cómo? ... ¿qué se llama Alicia? --- Por eso... por eso... a la inválida Alicia... Ok , nos vemos.

    Escribió algo en un papel para dejarlo sobre la cama, agarró un saco de su clóset amplio y salió de su casa.


    III

    Bruno caía lentamente desde una escalera. Sintió como su cuerpo iba cayendo por pausas.

    Y despertó sobresaltado. Había tenido ese sueño una y otra vez en los últimos meses. No siempre, pero cuando lo tenía despertaba con sudor sobre la frente.

    En su casa con su esposa, en su cama.

    Estaba a salvo.

    Un hombre adinerado que había conseguido fortuna ayudando a otros a ganar dinero fácil en las apuestas y ahora trataba de entrar en el negocio de los abogados apoyando bufetes.

    Recordó las palabras de su doctora. Respirar hondo y profundo por pausas para calmarse.

    No le gustaba tomar pastillas ni medicamentos así que trataba de relajarse con ese procedimiento cuando tenía pesadillas.

    Tomó un vaso y se sirvió agua de una jarra de cristal colocada en su buró.

    Revisó su teléfono donde vió un recordatorio: "Visita Alicia"

    Ya había pasado un mes y tenía que ir a ver a su hermana. Que fastidio.

    No sabía por que se molestaba en mantenerla media viva y en malas condiciones. Esperaba que su nuevo cuidador se hartara de ella y la terminara agrediendo o dejando abandonada.

    Ocurrió justo lo contrario.

    Ese tal Eduardo la idolatraba de manera extraña. La trataba como una niña pequeña aunque en realidad era una mujer.

    Volteó a la puerta de su habitación. Detrás de ella había un barandal que conducía a unas escaleras. Ese barandal fue arreglado después del accidente.

    Antes y ahora Alicia fue un fastidio.

    La niña genio de la familia siempre le hizo la vida complicada. La niña buena de papá.

    Cuando descubrió sus negocios turbios en lugar de dejarlo en paz fue a armarle un escándalo en su propia casa. No le bastaba con saber.

    Alicia siempre metida en quien sabe que manifestaciones, aprendiendo de computadoras, viajando, haciendo amistades raras en varios países.

    Tenía una vida de hippie. Eso era... una hippie odiosa.

    Y venía a reclamarle su estilo de vida a él, ... el hermano menor.

    El accidente que la hizo paralítica y le imposibilitó hablar según palabras de la doctora de la familia.

    Jamás volvería a ser la misma y eso... le gustaba.

    Al fin lo dejaría en paz y estaría cerca para ver como sufría. Así como sufrió el durante años su presencia con sus aires de ser mejor que él, de regaños, de quejas...

    Respiro profundo y se dispuso a ir a su oficina.
     
    #1
    Última modificación: 12 de Marzo de 2021
  2. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    IV

    En la sala de juntas Francisco con su voz clara y fuerte exponía los detalles de la proyección. El dinero invertido en la compra de inmuebles daría sus frutos después de un año cuando se eligiera al nuevo alcalde. Una vez que apoyara la construcción de una escuela en esa zona.

    Eduardo estaba soñoliento así que solo trataba de mantenerse despierto lo suficiente para no ser regañado.

    Una pulsación de su teléfono le dio un aviso. Ya eran casi las doce.

    Con su voz un poco apagada, casi inaudible levantó la mano.

    - Me retiro señor Francisco, tengo que ir a....

    - ¿Qué espera Eduardito...? vaya... corra... no deje a mi hermana sin su medicamento...

    El tono empleado por el director lo hizo sentirse un tanto humillado, pero eso no le molestó tanto como el hecho de que no hablaba de su hermana con cariño.

    Salió de la oficina apurado para tomar su auto viejo. Estaba a tan solo 15 minutos en coche. Pero siempre se preocupaba. Le dejaban entrar y salir de la oficina sin problema para atender a Alicia.

    Cuando llegó a casa creyó escuchar unas voces dentro hablando casi en susurros.

    Pensó en un ladrón.

    Así que abrió rápidamente.

    Se topó con algo que no entendió al principio.

    Era la doctora Ramírez con su bata blanca. Una mujer pequeña pero atractiva.

    - Buenas tardes muchacho, me espantaste. Pensé en que era un ladrón.

    - Yo igual... pensé lo mismo doctora, casi me da el ataque al pensar que alguien...

    La doctora abrió sus ojos muy grandes y le dijo - ¿Le hiciera algo a Alicia?... Oh... Eduardo .. tratas a esa mujer como una niña...no puedes dejarla ni un momento por que piensas que algo malo le puede pasar.

    - Pues.... es su condición. Además, le he tomado cariño. Si viera doctora lo que me platica a veces.

    - No, no lo sé.... ¿qué te platica?

    - Sobre países lejanos, nieve, comida extraña...

    - ¿De sus viajes?

    - Si, o no sé si se lo inventa.

    - Ella, está plenamente bien de la cabeza Eduardo. Sus impedimentos son todos físicos.

    Eduardo tenía curiosidad pero no sabía como formular la pregunta - Ella.... ¿volverá....?

    - No..... no,... no... mejor no te hagas ideas Eduardo... ella no volverá a caminar. Se puede dar a entender con señas y esa extraña voz, así que una vida algo normal si puede tener. Sus brazos no los puede controlar normalmente, por eso a veces da manotazos.

    - Doctora....¿cómo era ella?

    - Ahhh.... ¿por qué te interesa Eduardo?

    - Solo es curiosidad. Quisiera llevarla a algún lado que le guste y...

    La doctora Ramírez hizo un gesto extraño con la boca. Luego dijo...

    - Eduardo... nada de cosas raras... prohibido enamorarse de ella.... No quiero que te aproveches de su ... condición..

    Haciendo un gesto como de repulsión Eduardo contestó - ¿por Dios, no puedo tener un gesto amable con ella sin que los demás me vean raro y piensen que la tengo para satisfacer mis...... bajos instintos?

    - Hay gente... que... bueno.. no quiere que la lastimes.

    - Ella es una niña... perdida en una noche fría con tan solo una lámpara para alumbrase. Así la veo.

    - Y tú.... eres el salvador... ¿no?

    - Hey, hay algo en esta conversación que no me gusta doctora. Me está acusando de algo que no es verdad.

    - Quien sabe Eduardo. no confío en ti del todo pero Alicia al parecer si. Así que ... me voy... te dejo hacer tu trabajo.

    Después de despedir a la doctora, Eduardo regresó a la recámara de Alicia

    - Tuuuuu..... eeeeeres ..... duuuuuulce.... - escuchar ese cumplido con una voz grave y lenta le hizo sentir más compasión.

    - Alicia, no soy dulce, solo quiero que estés bien. ¿escuchaste como hablaba con la doctora?

    - Tttt tttt tt tooodo. ... - Extendió un brazo tratando de palmear la cabeza de Eduardo - Eeeeeres un bueeeeen chiccccoooo.

    - Soy todo menos bueno. Mira.. a veces quisiera... golpear a toda esa gente que tiene podrido el cerebro. Y gritarles y darles de cocos a ver si se componen. No sabes. Hay tanta gente que me ve raro y me barre de arriba a abajo cuando estoy en el mercado o compro medicinas.

    Alicia sonrió con su boca torcida y le regaló una mirada tierna con sus ojos azules.

    - Seeeeerías uuuuun bueeeeeen heeeeermano.... - al final de la frase tosió

    Eduardo entonces le dió agua y una pastilla.

    - Ya debo regresar a trabajar. Hoy en la tarde viene tu hermano...

    - Nooooooooo.... noooooooooo..... nooooooooooooo.... - Gritó Alicia manoteando. - no lo quieeeeeero veeeer

    - Calma ,,,, calma... está bien.. le diré que venga otro día... - Le extendió un pañuelo para limpiarle algo de saliva.

    - Hooooooyyyyy, quieeeero queeeeeeee tuuuu meeee traigaaaaaaaaas flooooores...

    - ¿Flores....? ahhh - suspiró - ya me ven raro con medicinas y comida.... ahora flores van a pensar que ahora si ya estoy loco...

    - Tuuuu, promeeeetelo....

    - Está bien.. lo prometo..
     
    #2
  3. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    V

    La doctora Ramírez está en la casa de Bruno. Ambos platican en su despacho elegante con un escritorio de madera. Rodeado de libros en los estantes sobre deportes, revistas del conejito y varios almanaques viejos.

    - Señor Bruno lo aconsejo, es más, espero sea pronto.

    - Si, también, también lo he pensado. Es lo mejor.

    - El lugar está completamente acondicionado con rampas y el personal está capacitado para todas sus atenciones , sus necesidades. Hay tardes de juegos, noches de baile, teatro, música clásica.

    - El costo....

    - Es lo de menos. Bien atendida no dará problemas.

    - Lo pensaré doctora.

    - No mucho, los lugares se acaban rápido en ese tipo de lugares lujosos.

    Al retirarse la doctora, Bruno había tomado una decisión. Mandaría lejos a su hermana a una casa de asistencia y él estaría tranquilo. A veces la visitaría para gozar su miseria.



    VI

    Esa misma tarde la doctora Ramírez recibe una videollamada. Al otro lado de la pantalla está un joven de 24 años de piel morena y pelo crespo. No sonríe ni una sola vez.

    - Buenas tardes Doctora Ramírez. La hermandad le manda un saludo afectuoso. Y en lo personal le hablo para enterarme de sus investigaciones. Usted sabe, la base de la que partimos es el trabajo de...

    - ¡Silencio! - grita Ramírez - Es delicado dar esa información. - Respira profundo y reanuda la plática - En general me he basado en la investigación para encontrar algo que concuerda con mi visión para eliminar el sufrimiento humano ... el Dolorum Humanitas

    - Los siete, buscamos eliminarlo de la faz de la tierra. El Dolorum Humanitas. Aunque cada quien tenemos diferentes ... perspectivas.

    - La mía es la correcta, la más genial. - Sonríe - El sufrimiento humano viene de los sentimientos y las emociones negativas. Si puedo borrar o eliminar la memoria o alterarla, el sufrimiento se va. Es todo. ¿Se imagina usted? Todos podríamos elegir borrar esa memoria y seríamos felices para siempre.

    - Algo ... particularmente tentador para muchos. Pero no coincido. Para mi no hay que eliminar los malos recuerdos. Si no más bien ir a la siguiente escala. Hay que hacernos eternos... ¿se imagina doctora poder transferir nuestro pensamiento y personalidad a otro lugar para no morir nunca?

    - ¡Demasiado! Basta con una vida para aprovecharla....

    - Al menos coincidimos en que podemos usar el trabajo de ese doctor en AI que encontramos hace unos años...

    - No sabe lo que el descubrió con sus ecuaciones basándose en el modelo de Sorensen.

    - Pero.. aún si no lo logramos.... Aún somos siete. Buscando erradicar el Dolorum Humanitas.

    - No, somos seis ahora. Han rastreado la ubicación del Dios Silente. Pfff.... Ese loco. - Se lleva las manos a la boca para hacer el gesto de un susurro. - Piensa que el sufrimiento viene del mal. Erradicar el mal es el fin del sufrimiento. Así que contrata a su vez asesinos para aterrorizar a la gente para que no cometa ... pecados...

    - Muy predecible... ciertamente. Poco científico, nada elegante. - Sacude la cabeza para aclarar su mente - la reunión se llevará a cabo este año en casa de Sifaciem.

    - Gracias por el comunicado.

    - Doctora, ¿ya ha pensado como demostrará su punto ante los seis?

    - Ohhh.... Les llevaré un especímen ya documentado y catalogado. El sujeto en cuestión es Eduardo Guerra. Un hombre que antaño fue una persona con un futuro brillante. Trabajaba para una empresa internacional. Hasta que al dejarse llevar por la ira mató a su esposa. El alega que fue accidental pero sus ataques de ira eran bien conocidos. Desde el episodio solo consiguió trabajar para una organización que hace estafas con el juego en casinos reales y virtuales. También se ha vuelto apocado, gris; inclusive cuida a una minusválida en su propia casa sin hacerle daño.

    - ¿Qué le hará doctora?

    - Ese es el punto. Voy a borrar sus recuerdos y haré un experimento más... - La sonrisa de la doctora Ramírez la hace ver hermosa por un instante a pesar de tener unos dientes algo chuecos.


    VII

    La tranquilidad de la casa de Eduardo después de las 8 de la noche es interrumpida. Alicia mira la televisión.

    Unos hombres entran con una orden. Deben llevar a Alicia a una clínica. Los sellos parecen legítimos.

    Cuando levantan a Alicia ella voltea a ver suplicante a Eduardo - Déjeeeeeeenme, nnnnno puedo ir...

    Una vez que la suben queda aturdido, no sabe que hacer, no a quein acudir. No es su familiar. Solo la cuidaba. Es una persona incapacitada y quizás lo mejor es que se la lleven para atenderla mejor.

    Hay una pregunta que le da vueltas la cabeza en aquella casa vacía y silenciosa.

    ¿Esto es lo mejor para Alicia?

    Trata de convencerse, quiere tranquilizarse.

    El sosiego no llega.

    Toma un sueter y sale a la calle.

    Las luces de la ciudad que lo apaciguaron tres años antes cuando salió de la cárcel ahora le parecían tan saturadas y brillantes.

    Entra a un bar en una sucia esquina y pide un trago....

    Luego otro y otro...

    Quiere olvidar, quiere despojarse de sí mismo. Ser otro....

    No lo consigue,

    En lugar de ello le vienen recuerdos. De su mal caracter, de su mal genio y como le traían problemas en el pasado.

    Ahora no pelea, calla. Ante cualquier contradicción calla. Lo deja pasar.

    Sus compañeros del casino lo ven como poca cosa, como un perro de los jefes.

    Quiere cambiar... quiere ser otro...

    Quiere salvar a Alicia...


    Alicia



    Alicia
     
    #3
    Última modificación: 19 de Julio de 2021
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  4. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Interesante tu novela Silver, después de mi avasallador fracaso en el intento de escribir la primera, paf, voy por el segundo intento, pero ésta vez no me vencerá:eek:, aunque muera en el intento, espero que el covid no te haya afectado me refiero con ésto tampoco a tu familia, saludos.
     
    #4
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  5. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    Gracias por leer y por la visita :-D

    Hay que seguir intentando, yo aún me siento algo dudoso al incluir personajes o temas pero creo que al final me gusta dejarme llevar un poco :p Voy a darme una vuelta por tus escritos pronto. Ánimo, te estaré echando porras :)

    El covid al parecer nos ha afectado a todos en menor o en mayor medida pero lo bueno es saber que seguimos por acá dando guerra :)

    Saludos desde este lado del cristal
     
    #5
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  6. fabiolaselene

    fabiolaselene Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Buenas noches
    Bellas letras me pones a mi alcance
    gracias por compartirlas
    Un saludo
     
    #6
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  7. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Me alegra mucho que estés de vuelta, y si, mi primera novelette ya tiene definidos sus 5 capítulos, llevo ya un 45% aprox, eso me alegra muxo, es el día de la felicidad, no está en éste foro, aún está en prosa; generales, cuando la termine la paso o tal vez ya debería pasarla, mejor xi, tengo que corregir algunos errores, es un borrador, parece que tengo que incluir alguna despedida en algún capítulo, en fin, feliz finde,
     
    #7
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  8. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    Al contrario, muchas gracias por la visita :)

    Un saludo cordial
     
    #8
  9. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    VIII

    En la clínica de salud mental un borracho llega gritando muy fuerte.

    - Heeeeeey.... Ustedes, doctorcitos de pacotilla.... peleles de los ricos.... Suelten a Alicia o los voy.... a....

    Un guardia ve todo desde un monitor. No puede creerlo. Ríe mientras ve el espectáculo del borracho. Con la corbata en la cabeza y un traje raído al parecer por que se calló varias veces ya.

    - Tráiganmela.... ahoraa..... ahoraaaa... aquí.... Yoooo la voy a cuidar.... yooo le voy a dar un hogar.... algo que ni su propio hermano le puede dar... Son unos ... locos.... Si.... eso... unos locos que diagnostican a otros locos...

    O peor aún ... los locos qque convencen a los cuerdos de estar locos para quitarles su dinero.... Debería de darles vergüenza... -


    Eduardo se tropieza con sus propios pies y cae de manera chusca hacia atras. No se levanta pero sigue gritando

    - Y así los doctorcitos nos manipulan Hic..... Hic... Nos encierran... y luego .... nos quitan hasta la risa. ¿Dónde está mi Alicia? La niña inocente a la que le daba algodón de azúcar los martes, los viernes. los sa´bados .. No sean bárbaros... traiganla....


    Traiganlaaaa.... ya... me la llevo.... Allá a mi pueblo donde nadie los va a estorbar, no les pedirá nada a nadie.... -

    El guardia termina llamando a las enfermeras. Y en lugar de ellas hacer algo solo se quedan mirando el monitor viendo los desfiguros.

    La doctora Ramírez pasa por ahí y viendo lo monitor suelta una carcajada.

    - Por favor, lleven a esa persona a una celda. Mañana lo soltaremos ... - Pero su sonrisa amplia la delata.

    En su cabeza agradece al destino como le ha servido en bandeja de plata al sujeto de su investigación. Va a probar tantas drogas, procedimientos, años de estudio..... Y finalmente demostrará el fin del sufrimiento humano.



    IX

    Sujeto: Eduardo X

    Edad: 38 años

    Piel: Clara

    Cabello: Castaño

    Síntomas: Desorientación espacial, alucinaciones auditivas.

    Diagnóstico: Esquizofrenia temprana

    Celda: 45

    Doctor Asignado: Directora de la casa asistencia. Doctora Ramírez.





    X

    Eduardo se despierta en casa, en su propia cama. Se aclara un poco la garganta antes de bostezar. Lo hace con una voz fuerte y clara como llenando toda la habitación con su presencia.

    Toma un vaso de agua de su buró. Revisa la hora en el reloj. Aún está a tiempo para ir a trabajar.

    Va al baño y se lava los dientes distraídamente. Al final se mira en el espejo.

    Algo no cuadra. Algo... le dice que se ve diferente.. Pero la idea se le pasa casi de inmediato.

    Sonríe. Se viste apropiadamente. Toma un desayuno ligero.

    Lee el periódico y ríe con una nota acerca de la extraña desaparición de plátanos de un supermercado.

    - Seguro es una banda de niños traviesos....- dice en voz alta. Y se sorprende.

    Su voz es sonora, fuerte, segura. ¿Cambió algo de la noche anterior?

    ¿Qué pasó anoche?

    Trata de recordarlo. Entonces le viene a la mente ...

    - Diana..... Diana... mi esposa está de viaje.... Hoy vuelve... Y prometimos pasarla de lo mejor, como en cada reencuentro.... Ohhh si... - nuevamente sonríe...

    Su semblante, ya no es triste, su postura no está recargada. Abre el pecho como orgulloso. Sus ojos bien abiertos hacen juego con su sonrisa.

    Suspira.

    - Será mejor que me apresure a la oficina... Hoy va a ser un gran día... el mejor... el mejor....el mejor.... the best day of my life.... ahh ah ahh ahhh

    Tararea la canción mientras sale de casa y camina rumbo al casino.
     
    #9
  10. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    XI

    La doctora Ramírez teclea en la computadora los parámetros finales de todos los procedimientos y drogas empleadas en Eduardo Guerra encerrado en la celda 45 durante tres semanas.

    Al llegar, su organismo estaba saturado de alcohol, así que tuvo que esperar a que saliera de una u otra forma.

    Después aplicó procedimientos varios: con luces, con imágenes, cuatro operaciones.

    Cada tercer día aplicaba drogas diferentes con dosis que iban variando de acuerdo a las mediciones que hacia sobre la actividad cerebral del sujeto.

    No lo dejaba despertar del todo. En cambio tuvo que ocuparse de que siguiera alimentándose de alguna forma.

    Al final terminó muy cansada. Tuvo que dormir casi dos días seguidos.

    Había dejado que Eduardo despertara. No aplicaba ningún sedante. Sin embargo, él seguía dormido.


    XII

    Los compañeros de Eduardo se extrañaban de su cambio. Lo veían muy alegre, sonriente, vivaz. Inclusive los sorprendió con sus ocurrencias y chistes.

    A su jefe le estaba dando los detalles de la última proyección de la contabilidad. Le dejó indicado con varias notas explicando cada detalle para la próxima junta.

    Y en la última hoja de la proyección, dejó escrita su renuncia.

    Estaba harto de trabajar ahí, así que simplemente la redactó. Se dio cuenta de que prefería mil veces trabajar en algo que le pagara menos pero que realmente lo llenara. Si eso a alguien le molestaba podía ver como le haría. Quería luchar con cada día a la vez. No pensar tanto en el futuro. Inclusive si Diana no quería seguir con él, podía tratar de convencerla. Pero ya no era feliz.

    Felicidad... eso era lo que estaba buscando.

    Al llegar a casa abrió la puerta para verla ahí en el comedor.

    Vestida de blanco con detalles azules. Una blusa sin mangas, un short que dejaba ver sus largas piernas. Le estaba sonriendo ampliamente mientras cargaba a un bebé.

    ¿Un bebé?

    ¿Tenían un bebé? Nuevamente algo no cuadraba.

    Olvidó ese detalle cuando Diana se le acercó para recibirlo con un beso apasionado.

    - Toma a tu pequeño, amor. Deja prepararle leche, tiene hambre.

    Su fragancia. Oler aquella fragancia mientras le habló al oído le hizo estremecerse. Se le erizaron los vellos de la nuca.

    La vio caminar hacia la cocina. Sus largas piernas le causaban una extraña fascinación. Su cabello semiondulado enmarcaba aquel rostro de forma hermosa.

    El bebé no lloraba, parecía dormir. Y eso seguía sin cuadrar. ¿Cómo le darían de comer si seguía dormido?

    Al regresar de la cocina Diana venía agitando la botella de leche en fórmula preparada. Pero sus ojos parecían decir algo diferente. Era algo disonante.

    Una amplia sonrisa y sus labios estaban provocando a Eduardo.

    Cuando Diana se inclinó lo suficiente muchas otras botellas de fórmula cayeron de su delantal. Cada una caía al suelo haciendo un ruido semejante a campanillas.

    Eduardo no podía creerlo. Estaba excitado. Mucho.

    Mientras Diana se inclinaba, Eduardo notó que el bebé desapareció. En su lugar se vió a si mismo algo intimidado por la actitud seductora de su esposa quien lo rodeo con sus brazos y lo empezó a besar profusamente.


    XIII

    Alicia lloraba.

    Su mente estaba completamente lúcida. Solo su cuerpo no la obedecía como antes del accidente.

    Recordaba al dulce Eduardo cuando lo conoció. Muy poca gente es como él. No era precisamente alguien fuerte o muy inteligente. Pero era sincero, noble y entregado.

    Cada cosa que se proponía terminaba haciéndolo.

    Y era tierno. La trataba como a una niña.

    Ahora Alicia encerrada en aquella habitación extrañaba mucho a Eduardo.

    A veces fantaseaba con recuperar los movimientos de sus piernas y brazos para poder viajar nuevamente. Se llevaría a Eduardo para enseñarle el mundo.

    También le quitaría a su hermano el control del casino que con malas artes construyó con el dinero de su familia.
     
    #10
    Última modificación: 20 de Julio de 2021
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  11. silveriddragon

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    XIV

    La doctora miraba la actividad cerebral de Eduardo dibujada como varas líneas sobre un papel amarillo.

    No concordaba.

    Algo había fallado nuevamente ¿o era un accidente?

    Logró borrar su memoria, pero al parecer la mente del paciente había inventado toda una serie de nuevos recuerdos a partir de la nada.

    Su toque final era modificar el comportamiento de sus glándulas suprarrenales. Con ello las hormonas encargadas de disparar el enojo se veían reducidas en su respuesta. En pocas palabras, su cuerpo ya no le ordenaba responder con ira ante el estrés.

    Todo ser humano tienen dos opciones ante el estrés: huir o enfrentar la situación. Eduardo respondía siempre con enojo. Aunque ahora se tragaba el enojo su cuerpo seguía respondiendo de esa forma. Su mente simplemente no lo manifestaba.

    En ese momento la actividad cerebral se disparó nuevamente, la máquina se puso frenética trazando amplias líneas anchas. El sujeto estaba soñando. No solo eso, todas las señales apuntaban a que estaba teniendo un rato muy placentero.


    XV

    Eduardo se levantó de la cama y dejó dormir a Diana.

    - Sólo iré a la oficina por mis cosas y regresaré a hablar con ella fríamente - pensó

    Se arregló, se vistió y salió de casa rumbo al trabajo. En el camino leyó en un diario acerca de como una banda de hackers habían robado dinero del sistema de transferencias interbancarias. Y al pie de la nota aparecía la imagen de una hacker muy bonita con la barbilla algo pronunciada, quizás no tendría más de 20 años.

    La nota decía - Se busca por robo cibernético de datos, vulnerar sistemas y hacer transferencias ilegales de cuentas de funcionarios del gobierno. Su nombre es Alicia. -

    Al leer aquel nombre sintió como si le jalaran los cabellos de la nuca hacia abajo. Una sensación muy desagradable.

    Después un zumbido que lo hizo doblarse.

    Una señora se acercó a preguntarle si estaba bien. Un rato después el dolor y el zumbido se fueron.

    Levantó sus cosas.

    Al llegar a la oficina su jefe y el jefe de su jefe ya lo esperaban con renuncia en mano. Le comenzaron a gritar lo desagradecido que era. Lo recogieron de la calle como un perro salido de la cárcel y ahora se iba.

    Lejos de responder con enojo simplemente les explicó la situación. No deseaba pasar el resto de su vida haciendo proyecciones para gente que no las comprendía. Se iba a otro lugar. Además muy lejos.


    XVI

    Al recibir su carta de retiro pasó a su lugar y recogió sus cosas. Sus compañeros le hacían gestos de victoria. Estaban contentos por él y su decisión.

    Caminó tranquilamente por las calles respirando calmadamente. Se compró un helado en una esquina y se detuvo a ver como unos niños jugaban en el parque.

    Al llegar a casa dejó sus cosas en la puerta y abrió de par en par. Su plan era llamar a Diana gritando.

    No pudo hacerlo.

    Quedó sorprendido. La casa estaba completamente vacía. En el centro de lo que era el recibidor había un sillón al parecer antiguo por el decorado.

    Las paredes de las habitaciones estaban tapizadas con un color obscuro quizás negro. Tenían un patrón de color dorado que lo hacía parecer el vestíbulo de un cine antiguo.

    Y en el sillón estaba una mujer vestida muy elegante con un sombrero, una blusa sin mangas ni tirantes. La falda le llegaba a la rodilla. Los tacones altos.

    La mujer estaba en un extremo del sillón en una posición algo extraña. Como tratando de ocultarse. Su rostro no se veía cubierto por el sombrero.

    Eduardo se acercó al sillón un tanto extrañado.

    Era la fragancia que lo había embriagado el día anterior.

    Contempló en silencio las piernas.

    Definitivamente era Diana. ¿Qué estaba haciendo?

    Entonces se acercó a ella para verle la cara.

    En ese momento volteó.

    Era Diana quien sonrió ampliamente. Su cabello semiondulado.

    Nuevamente se arrojó a los brazos de Eduardo.

    Perdido en lo que parecía una entrega completa de ambos de pronto no sintió su peso sobre él.

    Abrió los ojos y no estaba.

    Volteó a ver a una esquina de la habitación y ahí estaba de nuevo. Mimetizada con los colores del tapiz oscuro. Cubriendose el rostr con el sombrero.

    Se levantó y fue por ella. La jaló del brazo y ella rió.

    - No te voy a soltar Diana. Estás jugando conmigo.... Me vuelves loco...

    - Amor... ¿estás loco por mi?

    - Siempre Diana.... Siempre... Quedémonos siempre jugando estos juegos.... me están ... liberando ....
     
    #11
  12. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    Lo más difícil que harás en la vida hijo, será vivir con el peso de tus propias decisiones

    Palabras de un chamán a su hijo



    XVII

    Eduardo despertó sobre una cama con sábanas de seda. Estaba vestido con un traje de piloto.

    No le quedaba particularmente bien, aunque si le hacia verse diferente. En la habitación completamente blanca notó la tibieza de la mañana.

    Bajó las escaleras y entró a la sala, donde todas las paredes estaban pintadas de blanco también. En el cetro no estaba el sillón del día anterior. En su lugar vio una mesa cuadrada ancha de casi metro y medio y encima de ella una jaula con un petirrojo de madera dentro.

    Lo observó un momento buscándole sentido. ¿Era decoración o se iban a dedicar a tener una tienda de antigüedades?

    Pudo escuchar el sonido de los tacones de Diana por el pasillo. Cuando entró ella estaba vestida con el uniforme de una sobrecargo en color plateado.

    Nuevamente sintió el cosquilleo recorrer su cuerpo.

    Diana se acercó a la jaula y estuvo mirando el petirrojo durante un rato sin articular palabra. Eduardo en cambio estaba embelesado mirando la belleza de Diana. No podía creer su suerte. Una mujer tan hermosa era su esposa.

    Ella comenzó a hablar:

    - Amor, mejor ven aquí a mi lado, antes de que las plumas comiencen a subir.

    - ¿Plumas?, ¿Cuáles plumas? - En ese momento plumas grandes y blancas comenzaron a bajar del techo como si se despegaran. Parecía una lluvia ligera muy lenta.

    - Es hora amor, ven...

    Diana se llevó a Eduardo a un extremo de la habitación donde comenzó a besarlo nuevamente.

    Esta vez algo en la cabeza de Eduardo se encendió. Notó que el tacto de Diana era muy ligero, casi etéreo y tuvo un flash, como un recuerdo. Estaba con Diana en el cuarto tapizado de color obscuro del día anterior. Ella le susurraba al oído algo que se repetía : - Esta, amor, no es tu historia, no es tu memoria, y el que ves aquí, no eres tú.....

    Pero el placer del momento, de estar con Diana le hizo perderse de la reflexión de esas palabras.


    XVIII

    Eduardo estaba exhausto. Podía sentir su cuerpo sin fuerzas. Había estado haciendo el amor sin pausas. Embriagado por la imagen de su esposa.

    Despertó nuevamente pero ahora estaba ante una puerta grande.

    Al abrirla vio un cuarto obscuro con muchas bancas desordenadas. Unas tenían trozos de papel cartón o estraza. Y varias cuerdas tiradas en el suelo.

    Al fondo de la sala estaba una mujer con su cabello semiondulado, un vestido negro semejante al de las góticas. Al acercarse pudo ver su maquillaje a juego con unas sombras negras.

    Esta vez su apariencia no le gustó mucho y el ambiente le hizo sentirse incómodo.

    Diana entonces comenzó a hablar con él:

    - Amor, quería hablar contigo.

    A Eduardo se le ocurrió que se había enterado de su renuncia, así que se preparó para un reclamo.

    - ¿Recuerdas amor, qué te hace feliz?

    - ¿Feliz? ¡Ah! Realmente no lo había pensado pero deseo irme lejos y dejar de trabajar en el casino.

    - ¿Amor? ¿Me amas?

    - SI, eres la mujer por la que daría mi vida entera. - Eduardo sonrió, pero entonces comenzó a escuchar el zumbido nuevamente...

    - No tengo mucho tiempo amor, no me dieron mucho. - Diana estaba con una sonrisa torcida - solo quería decirte Hola, otra vez.

    - ¿De qué hablas Diana? ¿Poco tiempo?

    - Recuerda quien eres amor.... - Comenzó a asomarse una lágrima por la mejilla de Diana

    - ¿Quién soy?

    - Quien realmente eres. - Y contuvo un sollozo

    - Yo.... yo soy.... Eduardo... Guerra... - de pronto un flash le apareció donde le pedía matrimonio a Diana

    - ¿Recuerdas ese día? ¿Quién tomó el cuchillo primero? - Diana ahora estaba tratando de recomponerse

    - ¿Cuchillo? - Ahora recordaba la boda, el momento en el que partieron un pastel

    - ¿Recuerdas cuando discutimos?

    Eduardo sintió un abismo abrirse en su mente. Estaba discutiendo con Diana en un departamento muy pequeño. Tuvo un día muy difícil y ella le había reclamado por que no conseguía un mejor trabajo, uno que no le exigiera tanto tiempo. Ya no la veía, ya no la atendía y se iba a marchar.

    No soportó esa presión, ¿ella que podía saber? él quería ser exitoso, tener propiedades, un trabajo como presidente en una compañía grande, hijos, muchos hijos y ahora ella simplemente no apreciaba sus esfuerzos.

    Tomó un cuchillo para detenerla amenazándola. No lo consiguió y su ira le asaltó. Así que antes de cruzar el umbral de la puerta la asesino fríamente. Una cuchillada, luego otra.... con fuerza, con enojo, con ira... su semblante estaba desfigurado por tanto enojo.

    Eduardo comenzó a llorar al recordar aquello. Se arrodilló.

    - Perdóname Diana ... yo.... no era yo....

    - ¿No eras tú amor?

    - No.... yo te amo....

    - ¿El amor? - Diana sonrió - En este momento me vas a demostrar si es amor...

    Ella se arrodilló también.

    - Hay alguien que te necesita. He venido solo a decirte esto amor..... El amor... es lo único que puede llevarte de regreso a casa. Tienes que elegir... ¿quieres quedarte conmigo para siempre aquí o regresar?

    - ¿Regresar? ¿A dónde?

    - Esta no es nuestra casa, no es nuestra historia. Aquí ... tú no me mataste.... Somos felices ambos... Pero... también, no eres tú..

    - ¿Qué lugar es entonces?

    - Una espiral en la que caemos juntos, en la que siempre estamos amándonos. ¿pero, eso es amor?

    Eduardo recordó entonces las veces que le había dicho un "te amo" a Diana. Solo habían sido dos veces. Y en ambas habían estado en dificultades.

    - Si te quedas Eduardo, terminaré infectando todo lo que amas. Terminarás estando conmigo y solo conmigo. No tendrás nada más. Una y otra vez estarás en esta casa. Y aunque te amo, no puedo hacerte esto.

    Diana se levantó y comenzó a marcharse a la parte más obscura de la sala.

    - ¡Espera!,,,, espera... yo... quiero que me perdones...

    - No, no es así de fácil. Debes perdonarte primero y seguir adelante, con el peso de lo que hiciste o no hiciste.

    - No me perdono,,,, no lo consigo... yo..... te..... amo.... -

    en ese momento lo comprendió.

    Amaba a Diana pero ella ya no estaba. La estaba arrastrando a quedarse, no la dejaba descansar.

    Tenía que soltarla... aunque eso doliera.

    Diana volteó y regresó para tomarle el rostro mientras lo veía cariñosamente.

    - ¡Si me amas! Oh Amor... eso era a lo que vine. Ahora mira hacia el abismo sin miedo, a lo desconocido, a la vida que es bello peligro.

    - ¿Es el fin? ¿No volveré a verte?

    - Estaré ahí, aunque no me veas.

    - Este lugar es lo que siempre quise contigo....

    - Lo sé... Ahora es tiempo de despertar. Despierta..... Busca a Alicia..

    Ella se levantó.... Caminó hacia el lado obscuro nuevamente.

    - Sal por esa puerta, tomate tu tiempo.... - Después de un rato dejó de escuchar los pasos de Diana - Un consejo... busca a la hacker que viste en el periódico. Ella te ayudará con Alicia....

    Al escuchar el nombre de Alicia sintió nuevamente una punzada de dolor en la cabeza.
     
    #12
  13. silveriddragon

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    XIX

    La luz en la casa de asistencia se desconectó por cerca de media hora.

    Nadie vio el momento en el que uno de los internados despertó sudando frío.

    Se levantó llorando, recordando las palabras de su esposa.

    Simplemente era un milagro. ¿Había estado realmente con ella? ¿Fue un sueño? ¿El lugar entre la vida y la muerte?

    Se hizo una promesa.

    Llevaría a Alicia a un lugar muy lejos donde nadie la encontrara.

    Buscaría a la hacker aunque solo conocía su rostro.

    Lo primero era salir de ahí y la falta de luz le ayudaría.



    ------------------------------------------------------------------------------------------------


    Epílogo


    Un guardia duerme tranquilamente así que no escucha los pasos forzados de un hombre poco atlético cargando a una minusválida.

    Tampoco el zumbido que abre la puerta de seguridad para las salidas. En la noche ocultos por las sombras un hombre y una mujer ríen.

    - Uuuunaaaaa aveeeeeeenturaaaaaaaaaaaa.....


    - Si Alicia, una aventura. La mejor de nuestras vidas. Vamos a averiguar si encontramos el lugar en donde podemos ser felices.

    - Eeeeel autobuuuuuuus.... toooooma el queeeeeee vaaaaa a laaaaaaaaa fronteeeeera.

    - Aquí vamos. Esto es el inicio solo el inicio.





     
    #13
    Última modificación: 21 de Julio de 2021
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  14. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Felicitaciones Silver, super que hayas teminado tu novela, feliz semana.
     
    #14
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  15. silveriddragon

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    Muchas gracias Desire :) Un saludo cordial y que tengas una excelente semana :-D
     
    #15
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  16. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Saludos Silver, no entiendo que significa:-D saludos, x2 :eek::D:D
     
    #16

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