En el fragor de la batalla

Vaga mi alma perdida
en medio de la batalla,
se ha encasquillado el fusil
la suerte no me acompaña,
tampoco la esperanza,
pues ando ya sin balas.
En la desorientación de la batalla
mis oídos escuchan las ráfagas,
balas en forma de flecha
impactan contra mis camaradas.
Con la boca arenosa alzo mi cabeza,
pasa el aturdimiento y la vista me acompaña,
el viento chocando contra mi cara aclara
que mi batallón queda a mis espaldas.
Malherido y con las piernas temblorosas
recupero posición, corriendo de forma desastrosa,
es tarde para ello y una bala alcanza mi espalda,
a veces el enemigo es alguien a quien amas.
Desángrome en la arena con la nariz ensangrentada
pensando en ese día en que interrumpiste mis andadas.
Pronto mi corazón se para, y mi piel se decolora,
morí por ti mi amada, ahora no soy yo quien llora.

 

Muy buen poema =) Felicidades! Besos y abrazos desde Venezuela