En el pajonal

Más allá de la cima entumecida,
bordada en hielo hasta la cabellera,
se ve la sempiterna cordillera,
que entre la espesa niebla está escondida.


En ese pajonal de pajas viejas,
a donde el frío sin piedad me quema.
Rojo el anaco, blanca la diadema,
una doncella pasta sus ovejas.


Es una Diosa, no es mujer cualquiera,
me resisto a creer que fuera cierto,
es más que un vaso de agua en el desierto.


Resaltan con su hermosa cabellera,
el mar verde y profundo de sus ojos
que llegan hasta mí… como quimera.

Ramiro Ponce P.​

 

Precioso, un poema muy lindo, divino trabajo.

 

una amorosa imagen,
delicada y sutil,
del encantamiento
del alma enamorada,
abrazos a la distancia
Denn

 

Mil gracias amigo Jorge por tu vista, recibe mi saludo fraterno en un Brazo.

 

Gracias Dennisse por tu agradable visita que me agrada mucho.
Besos, abrazos y kikos a la distancia. A propósito: ¿Sabes cuanta
nos separa?

 

!Cuanta inspiracion provoca tan hermosa mujer que la llama una Diosa...! Muy hermoso. Un saludo.

 

Mil gracias Nancy por tu agradable visita. Te cuento, este poema tie ya, 40 años de existencia,
lo encontré en el cofre de mis papeles viejos, donde guardo mis recuerdos.
Mi saludo cariñoso, un beso y un abrazote para tí.