En el Templo

Me encuentro mirando las paredes del Templo
hilvanando doctrinas, supersticiones y recuerdos
tomando de cada profeta lo mejor de sus silencios
pues aquello no dicho es más fuerte que sus versos

mirando desde el cielo raso hasta el suelo a cuadros
parando los ojos en los capiteles y retratos
acerco mis manos a sus columnas
no osando tocar para no macularlas

sé que ambas por Hiram nombradas,
guardan en su seno herramienta, fe y guirnaldas
pues en donde se unen mana del cielo:
astros, vida, mar y silencio

ante el templo se expande el Monte Moriah
invitando al osado a ofrendar su propia vida
ya que solo aquel valiente de muchas conquistas
alcanzará parte de la gran sabiduría

para entender y entrar en aquél destruido por Nabucodonosor
debemos viajar del presente al instante.
[COLOR=navy]y transportarnos del dónde al “Aquí”, y del cuando al “Ahora”...[/COLOR][COLOR=navy]
[/COLOR][SIZE=4][COLOR=navy]
buscar de entre todas las mujeres a la “Señora”[/COLOR][/SIZE][SIZE=4][COLOR=navy]
[/COLOR][/SIZE][FONT=Arial][SIZE=4][COLOR=navy]y con ella andar, subir, bajar. Pero nunca terminar.[/COLOR][/SIZE][/FONT]

 

Una profundida infinita... interminable, sedienta de alimentarse de su cola. Una obra fenomenal!!! Me encantó tu pensamiento. Un gusto leerte.

 

Gracias mil Reltih.

El pensamiento cuando lo vuelves en contra de sí mismo choca y se expande. Rompe el ostrasismo.

Un abrazo desde estos lares.

 

[FONT=Arial]

[B][COLOR=green]¡Superinteresante![/COLOR][/B]
[B][COLOR=green]besos[/COLOR][/B][/font]

 

Líneas antiguas Rosario. Pero aún vigentes.

Un abrazote.

 

[FONT=Arial]
Hola César, lo mismo digo...Grato seguir tus líneas. Saludos y estrellitas.
¡SONRIE[/font]

 

Gracias Mujerbonita por paearte entre estas líneas.

Saludos.