En entierro sereno-.

Hoja, ¡cómo alcanzas

mi boca, sin abrir, en ella,

más que una maraña de pétalos

y signos!

Realzando

límites, defensas, huellas que

me tocan, cómo caigo en ti

de rodillas, hasta el terciopelo

de la noche.

En ti

el crepúsculo se viste de sosiego,

realeza de la sangre que emite

su eterno desespero. ¡Oh, belleza!

en la carne encuentro mi asidero.

Y clavo, en mi espíritu, otras esporas,

otras almas que fluyen

como en un entierro sereno.

©

 

Bellísimo, tus metáforas son preciosas,transmiten el clima del poema.
Fue un gusto leerte

 

Muy buen poema, me gusta.

 

Gracias, me alegra y satisface enormemente, que te gustara; un abrazo-.

 

Gracias por decirlo tan bellamente, un saludo cordial Cecy-.

 

Me ha gustado, tu bella y genuina escritura traza unos versos firmes y hermosos en su certero contenido amigo Ben. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias Paco, un abrazo!