En ese carromato, se llevan mis pesadillas...

Ya que han dado conmigo,
y no encuentro escapatoria,
creo que dejaré de hacer hincapié
en que los burros den vueltas,


a la noria.


Si han crecido, y dejaron atrás
aquellos miedos irracionales,
temores infantiles, y discusiones sin fin,
habrán desarrollado la euforia.





Una proyección de Amor, sin protagonismo.


Según la cuál, el universo gitano,
pudo haber sido, y no fue;
dado que el águila reina,
y no tanto, el buitre.


El universo real es moro, judío y cristiano.


También ateo, pues pasa de la Teoría,
a la práctica. Se mueve entre maestro
y discípulo. Y no repara en rezos,
ni oraciones. Sino en obras, que son amores,


y nos demuestran el movimiento fuerte,


a la par que mañoso, del artesano.
Anulada toda creencia,
queda abolida la esclavitud,
y así, esclareciendo, el filósofo se adentra


en la creatividad. Genialidad que se dispara





hacia el sentido común.
Profundizando en exceso,
casi se ahoga. El buzo debía solicitar
un puesto, en la escuela de natación.


Ha de flotar algún día, inventando un himno,


¡ Una melodía ! Una canción para un disco
compacto, o de vinilo.
Y que suene como quiera, pero que evoque
su sentimiento, que es, en definitiva,





verdadero amo del mundo.


Respecto al firmamento gitano, flamenco,
gallardo y furioso, pero con tendencia
a erradicar el Terror, arrancándolo de raíz,
siempre podrá auspiciarnos o patrocinarnos.


La papa asada con sal y pimienta negra, sigue ahí.

 

Seguramente extrañarás tus pesadillas...Un singular poema con tu marca registrada!