En esta crisis.....

Nos reímos, nos burlamos, creímos que no llegaría, que éramos inmunes, que ser latino era ser parte de una raza indomable, descendientes de los Huancavilca, Puruhaes, de los Shyris alimentados del mote, de la cebada, de la papa , la yuca el verde y que si un “trancazo” nunca nos mató un virus Asiático no lo haría…..

Que estúpidos fuimos, que incrédulos, creímos que podíamos enfrentarlo cuerpo a cuerpo, que no necesitábamos mascarillas, ni guantes, que nuestro sistema mediático de salud podría hacerle frente, que nuestros médicos y enfermeras estaban preparados para este enemigo, que el paracetamol siempre existiría y que sería nuestro mejor escudo ante lo que se venía…. Y ahora, nuestros médicos van callendo, nuestros hermanos en las calles muriendo, en menos de un mes más de un conocido cercano a fallecido y no podemos hacer nada, no podemos ni siquiera extender la mano, porque tememos que los siguientes en caer sea nuestro círculo más cercano. Quedarnos en casa ha sido nuestra bandera, cuidar de nuestros hijos nuestra responsabilidad y sin embargo somos incapaces de hacerlos, incapaces de entender que somos los próximos en caer…

“Que no tienen que comer…”,
“Que no tienen quien les dé…”,
“Que ganan a diario y de que se van a mantener…”

Maldita sea! , seguimos siendo hijos del oportunismo, y aún en la crisis buscamos la lástima, abusamos de lo que tenemos, queremos cobrar más caro si algo vendemos, somos hijos de la miseria, porque no hay nada más miserable que lucrarse en medio del dolor, revendiendo la vida al mejor postor, exponiéndose a ser portadores del verdadero enemigo que nos está llenando de dolor.

La frase más trillada es "si no trabajo, nadie me va a dar de comer... ", es díficil refutar esa expresión, pero más díficil es aceptar que si sales, vas a morir o vas a matar.

Acaso no hemos sido un país solidario toda la vida, acaso nunca existió un vecino que nos dé un agua caliente, que nos regale un pan, acaso no nos envolvimos de un “Si se puede” y nos abrazamos en muchas ocasiones…. o un eslogan barato no nos llenó de orgullo alguna vez “Ni un paso atrás”.

No, el problema no es la comida, es nuestra maldita actitud de llevar la contraria, de no seguir reglas, de buscar un culpable, de idolatrar banderas políticas y de escudarse en la lastima de los demás, ese es nuestro problema, queremos sacar ventaja de todo, sin darnos cuenta de esto de nada nos sirve, no hay forma de salvarnos porque nuestro enemigo es común, nuestro enemigo no es de un partido político, ni pertenece a la clase oligarca que tanto se ha cuestionado, nuestro enemigo no tiene religión, un “padre nuestro no será nuestro salvación” perdón si herido a alguien en su devoción.

Es simple y sencillo, debemos quedarnos en casa, es la única manera de detenerlo…. Si tienes fe, “Dios proveerá”, si no la tienes, “alguien te ayudará”, pero debes atrincherarte en tu hogar, por el bien tuyo y el de los demás.

4 de Abril del 2020
Sin ningún derecho reservado.