En la peña de la cabra

Donde el cielo se nubla
donde la luna se apiada de tu gusto
donde la tiniebla y la comida te convocan
donde quieres estar en tu furia, en tu fascinación
entre ninfas que te roban la piel
para que ardas sobre sus delicados cuerpos.

Te conozco Lobo, sé por la agudeza de tus colmillos
cuanto llevas sin comer, sé por el eco de tu aullido cuanto llevas sin embriagarte con los pechos de alguna amante.

Tanto he de conocerte, que mi olfato se dispara
de polo a polo cuando circundas esta atmósfera de acidó.

Tanto he de percibir tus galanteos, que sé que tu instinto
puede más que tu razón, aún en esa desaforada guerra que permanece
entre el cuerpo y el espíritu.

Donde nada te obliga
donde todo te arrullas en maldad, en tu culto
allí estas, en la peña de la cabra.

 

Angel, es muy placentero saludarlo y saber de usted.

Abrazos desde mi Colombia Bella.