En la penumbra de mis aposentos

Aquí en la penumbra de mis aposentos
espero a la noche haciendo sonetos,
para confesarle todos mis secretos
los que guardo dentro, de mis pensamientos.

Ilusiones idas y algunos lamentos,
esperanzas muertas de sueños inquietos,
en amarillo ocre quedan los bocetos
los que verde un día, fueron sentimientos.

Hoy ya solo quedan aquellos recuerdos
casi ya olvidados de lejanos tiempos,
donde parecíamos poco, o nada cuerdos.

Esa juventud que en sus pasatiempos
con todo llegaban a ilusos acuerdos,
hoy son cotidianos meros contratiempos.
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Antonio Nieto Bruna
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Así es estimada Ana, la imaginación a altas horas de la noche te termina llevando a componer lo que menos te esperas, aunque espero que el subconsciente no piense lo contrario.
Muchas gracias por pasar por este rincón, amiga.
Un abrazo.

 

Estoy totalmente de acuerdo con tigo, estimada Almahern, de eso se trata de mantener viva la llama y cuando queden rescoldos removerlos suavemente con el atizador no saldrán las voluptuosas primeras llamas, pero el calor quedara latente.
Muchas gracias por pasarte por estos noctámbulos versos.
Un abrazo.

 

Gracias amiga Susana por tus buenos consejos, en este caso hice un soneto para llamar al sueño y esas cosas que tienen las musas o el insomnio te llevan a terminar con estos tipos melancólicos de versos.
Celebro que te gustasen.
Un abrazo.

 

Tu lo has dicho, estimada Mavila.
Muchas gracias por pasar y comentar.
Un abrazo.

 

Así es estimado Kike, muchas gracias por pasar y comentar.
Un abrazo.