En la puerta de la Iglesia.

Pequeño ruiseñor, ¿ Por qué no cantas un ratito más, para nosotros ?
Te escucharemos encantados y no te tiraremos macetas ni tiestos, a la cabeza.
No serás objeto de burla, ni te daremos una paliza.
Tu voz es, toda, armonía pura.


" No me fío, porque vuestro espectáculo es dantesco y bochornoso, y me da grima. "


Pequeño ruiseñor: No nos insultes.
Mira que te elevamos con una grúa, y te situamos en la cornisa del campanario.
Allí arriba, donde las cigüeñas anidan, puesto que traen un bebé, envuelto en paño.
Y vienen desde París.


" Vosotros sí que vais a parir. Os vais a quedar preñadas. "


¡ Masculinos !
Bellaco...
Lo que somos es...
¿ Le atizamos ? ¿ Le sumergimos en la pila de agua bendita ? ¿ Lo llevamos al altar de los reproches ?


" Debéis iros. Tengo una mascota que es un tigre; y otra, el oso. "

 

TÚ MANERA DE ESCRIBIR ES MUY SINGULAR, PORQUE DICES Y ESCRIBES PALABRAS Y CONVERSAS CON EL DIABLO, QUE MEJOR MANERA DE EXPRESAR TUS SINGULARES SENTIMIENTOS, ¿ ES UNA BURLA O UN SENTIMIENTO?...LO QUE ESCRIBES PARA NUESTRO MEJOR ESCARMIENTO...ÁNGEL

 

Mi musa, en algunos poemas, se llama " Éxtasis constante ", y claro que se burla de nosotros. Por supuesto. A la puerta de la Iglesia, por ejemplo. Tiene todo el derecho del mundo. Yo soy portavoz de ese sentimiento, que es muy primitivo, rústico y primario. Y es diabólico, porque el demonio nos tienta, precisamente, con placer.