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En la vía

Tema en 'Poemas Góticos, ciencias ocultas y Misteriosos' comenzado por anaximandro, 15 de Septiembre de 2014. Respuestas: 1 | Visitas: 485

  1. anaximandro

    anaximandro Poeta recién llegado

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    Un arte que no sirve para sanar no es arte.

    Alejandro Jodorowsky​


    “Deshazte de lo que te incomoda, -dijo la voz-.
    La verdad está en el equilibrio de la armonía,
    y la armonía consiste en desechar lo superfluo
    hasta llegar al núcleo de la existencia que es la muerte del ego.
    Iluminación y vida serán uno en la eternidad del instante.”

    Tres de cuatro en similar detalle,
    la distinción se encuentra en uno
    -aquél que no es principio ni es final-.
    Dos de tres en la igualdad,
    la distinción se encuentra en uno
    -aquél que no es principio ni es final-.
    En esto consiste la ley de la distinción en la igualdad,
    camino de descenso y purificación.

    Te llamé, te invoqué en el desamparo
    y fue el silencio tu voz.
    Pronto a la vista se presentó la imagen sedienta de sentido,
    en tus manos florecieron jardines
    y el amor ofreció el fruto amargo de la eternidad.

    Un desfile de errantes,
    en grotescos vestidos de fausto y ostentación,
    buscando el sitial más elevado en un árbol carente de raíces y simiente:
    laberinto de signos de Minotauro hambriento,
    sin hebras proverbiales, ni Ariadnas, ni Teseos.

    “Estoy en ti”, -dijo la voz-.
    “Soy el espejo en ti en que se observa el mundo.
    En el fuego de tu nombre arde la vanidad
    y en la nada al final la verdad germina.”

    Basta ya -grité-, me hiere la sombra de tu verbo.
    Mientes en la verdad, maldito,
    y pretendes perderme en la razón con la seducción de la elocuencia.

    Los ardientes tizones de sus ojos incineraron el núcleo de mi ser
    y, fulminante, ordenó la dispersión de las cenizas.
    Guardé en silencio el instante de la muerte.

    “Conocer la verdad no te aleja del camino del error, -dijo la voz-.
    Miles son los pasos perdidos en la noche:
    sin el brillo que nace de la esencia,
    a merced están de los fuegos fatuos que acechan
    a la vera de la locura y de la confusión.
    Debes morir en una pieza,
    dispersar las cenizas para que nada quede,
    y renacer en mí
    para que espejo y mundo sean en ti tu ser mismo.”

    Pero el mundo es dolor -repliqué-,
    y es dolor lo que unifica mi ser con el núcleo de la existencia,
    el amor sólo ha sido un eco remoto y difuso,
    la sombra sin forma en el altar de la memoria.
    Y sin amor la muerte que nos mata carece de sentido.

    “Vanidad de vanidades es el ser humano.
    Vanidad de vanidades hasta la médula de los huesos, -dijo la voz-.
    Siendo instruido se cree sabio,
    mas desecha la ciencia de la sensatez.
    Recuerda ahora y entiende:
    ¿No convertí en tinieblas el sol de tu razón?
    De una vez entiende y ciñe tu espalda con la carga de la sabiduría,
    porque la sabiduría es corona de luz para el entendimiento
    y carga sin peso que da honra a la espalda que ciñe.
    La gloria del mundo es la sombra de la realidad,
    ¿para qué buscar la sombra cuando tienes el cuerpo?
    Ni el dolor ni el amor conforman la realidad del mundo:
    fuegos son apagados cuyos rescoldos carecen de calor,
    muertos errantes que abruman la memoria de los vivos,
    torbellinos frenéticos del oscuro anhelo de la permanencia
    que incineran su ser en hogueras de vanidad
    para dejarlos postrados y vacíos.”

    ¿Y el grito de reclamo? ¿Y la justicia? -Exclamé-.
    ¿Es el mundo prisión y condena?
    ¿Cadalso al que sumisos avanzamos en el secreto de las complicidades
    del vacío y la intrascendencia?
    ¡No! -Grité-. ¡Me niego a aceptarlo!
    Sólo amor y dolor nos ofrecen la vida que nos niegan.
    Sólo amor y dolor dan forma a la realidad del ser,
    a la humanidad que somos,
    aun en la insignificancia y en la intrascendencia.
    Amo este instante de apariencia
    en que soy con el mundo uno y todo,
    aun cuando ni siquiera quede de mi rostro el cristalino destello de una lágrima.

    Nada dijo la voz. Calló el signo
    y en la multiplicación de sentidos y significados
    el silencio y el vacío quedaron en suspenso.

    Mañana es para mí este día -pensé-.
    Caminaré descalzo y desnudo,
    descarnado, sin huesos y sin médula,
    pura consciencia en un saco de aire roto,
    volátil y efímera como luz de la estrella
    que se apaga y se pierde en el abismo del cosmos.
     
    #1
  2. anaximandro

    anaximandro Poeta recién llegado

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    Hace ya muchas lunas, amable Rubén Hernández Hernández, cayó en mis manos un texto que ahora mismo no recuerdo bien a bien si se trataba de un poema o de alguna otro texto literario en el que leí una frase que hasta ahora ha sido divisa de mi práctica estética:

    "En el principio todo era oscuro
    y la poesía
    el dolor más antiguo del mundo"

    Creo, desde entonces, que este es el núcleo más íntimo de la poesía y, por consiguiente, la esencia del poeta: vivenciar de la manera más profunda los dolores de la humanidad... una carga prometéica que le condena a permanecer encadenado por la eternidad en el Caucaso de la realidad...

    Me alegra que te haya gustado y agradezco con un abrazo fuerte la generosidad de tu comentario...
     
    #2

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