En los lÍmites de la locura

En los límites de la locura
hallé el remedio
que me librara de las sucias aguas
de la amargura.
Rescaté dos o tres sentimientos
que me quedaban
despojos de una vida de mierda
que se empeñara
en llevarse lo poco que me importaba.
Odio los lloriqueos
y los lamentos
no voy a caer en eso, por eso miento
simulando ser más fuerte
de lo que siento.
Por eso ando buscando alguna idea,
alguna razón, alguna excusa,
que me permita seguir andando
por esta ruta
y por más que revuelvo mis intestinos
no encuentro más que mierda
y no un camino.
Cuanto más pienso en el hombre
y su destino
más creo en Sartre y en su cinismo.