En mi aldea.

Mil gracias Valentina, que lo nuestro es plantar árboles para los que vengan y para los que se fueron.
Besos también de domingo.

 

Muchas gracias Mar... por tu opinión... y por venir, que ya es un lujo para mí.
Un abrazo amiga.

 

Hola Luviam y muchísimas gracias por tu opinión y visita. Aquí seguiremos plantando árboles aunque su lento crecimiento pase a generaciones venideras... y cuidando de nuestro entorno.
Un abrazo amiga.

 

Muchas gracias, Nancy... que siempre que haya festejo te llamo y celebramos en mi aldea o en la tuya, je je.
Besos agradecidos de domingo.

 

Muchas gracias Rosa, que yo también me alegro un montón... y como tú bien dices, gracias por estar aquí y compartir.
Un abrazo de amigo hasta el sur, que no queda muy lejos.

 

Esta aldea no es muy grande, pero la habitan muy buenas vibraciones... y en ellas participas, Elenita, je je.
Un abrazo de domingo.

 

El placer ha sido mío, Tere. Un abrazo y un millón de gracias.

 

Muy agradecido, Luis, por tu paso y por esa sensación que me dejas con tus palabras.
Un saludo amigo.

 

Muchas gracias Alicia y un fuerte abrazo amiga de la otra orilla.

 

Hola Luis y feliz domingo. Sí, la muerte es otra forma de reciclaje, tan necesaria como la vida... que lo que fue siempre queda en nuestro interior, confundido con el paisaje.
Un abrazo amigo de los prados.

 

Buena idea. Así debería ser siempre.
Un placer

Alfonso Espinosa

 

interesante!!
tyngui sanchez

 

Muy agradecido, Alfonso, por el paso y comentario en este micro. Hoy me acordé de él y vine.
Un abrazo desde esta aldea rodeada de árboles y recuerdos.

 

"Polvo somos y en polvo nos transformamos" reunión de espíritu y tierra la última alianza. Hermosa costumbre donde el alma queda en perfecta comunión con el universo. Felicitaciones Alonso por este hermosísimo micro, saludos Daniel

 

Bonito relato.
Gracias por dármelo, para leer.
Un saludo

 

Plantando árboles seguimos: naranjos en los campos y algarrobos, encinas y olivos por la montaña. Algunos de ellos no los veremos cuando sean grandes... pero ahí quedan. Alguien se acordará de las manos que los plantaron. Y si no, tampoco tiene demasiada importancia.

Muchas gracias, Daniel, por llegar hasta este bosquecillo que contiene incluso a los ancestros.

Un abrazote.

 

Muchas gracias a ti, Fabiola, por acercarte a este bosque de pasados y futuros que andamos remodelando.

Un saludote en prosa.

 

Echando raíces para que las primaveras aporten sus yemas y florezca el campo en años venideros. El pasado quedará anclado en el suelo y en el recuerdo de los que siguen la labor de los que se fueron.

Muchas gracias, Luz, y un abrazo.

 

Una hermosa historia, narrada de un modo natural, sencillo y muy muy próxima.
Excelente, un abrazo amigo mio

 

Como tú dices: siguen creciendo.
Un abrazo, Alonso.

 

Mi aldea es muy pequeña, casi hay más árboles que personas. Pero todas y todos ocupan un lugar... aunque sea en la memoria.
Muchas gracias, Pepe, por apreciar esta sencillez que nos pertenece.

Un abrazote.

 

Siguen creciendo y, aunque no podamos verlos en todo su esplendor, los árboles plantados quedan para generaciones futuras. Ellos no tienen prisa.

Un abrazote, Goood... con café de mediodía.