En nombre de una soga rosa

Hoy pienso en cortar una soga color rosa

de suave desliz y de dulce sentir

como mantequilla untada alrededor de un cuello sin manzana

y así luego pausarme… y pausarme

para finalmente despertar sin abrir los ojos

e inhalar el prohibido polvo que revitaliza mi demonio

aletargado

durante tantas vidas que se fueron.


Sí, me he enamorado de la muerte;

no, no de Mi muerte Mabel…

y es que debo permanecer lo suficiente

hasta que el amargo del odio

trueque en el dulce de la indiferencia

en Avenida Las Camelias con esquina Providencia

donde te veré justo antes de que pierdas la conciencia

liberada de la suerte que te aqueja

exculpado del dolor que me encarcela

 

Leyendo entre líneas me parece el inicio de una historia tenebrosa, puede que no tenga nada que ver pero es la sensación que me provoca.
Intrigante poema, me ha gustado mucho.

Saludos,

Palmira