En poco más de un día

Bueno, en poco más de un día
nos quitan la mascarilla,
se acabó la pesadilla
y saldremos a la vía
ya sin ella, ¡qué alegría!.
De todas formas, resulta
que amenazar con la multa
si no tropiezas con gente
y sólo hablas con la mente
a mi inteligencia insulta.


​

 

Buena décima. Ya se acaba el bozal al aire libre por decreto.

Saludos

 

Saludos, Lírico, ya era hora, ya.
Muchas gracias por tu comentario.
Javier

 

La verdad es que es un alivio, ahora solo hace falta utilizar un poco el sentido común. Un placer leerte, Javier. Un abrazo amigo.

 

Efectivamente Luis, ¿y por qué no nos han dejado usar el sentido común desde el principio (tanto hablar de ciudadanía y responsabilidad ciudadana) y nos tratan a todos como descerebrados?
Estoy más quemado que la pipa de un indio, sobre todo por los más mayores, que uno de sus pocos placeres es pasear a su aire, sin aglomeraciones, y verlos con la mascarilla puesta caminando solos me parece la última vejación que les faltaba.
Gracias, amigo, por pasarte por aquí con tu acertado comentario..... creo.
Un fuerte abrazo.
Javier

 

Creo que en mi país, estaremos embozados bastante tiempo,no hay caso,me gustaron tus décimas, poeta, un abrazo.

 

Pues sí, Isabel, pero la excusa que nos han puesto desde hace tiempo de los cuatro alocados ya no me sirve, está muy gastada. Hay mucha, muchísima gente consecuente a la que no han dejado un resquicio de libertad, como es decidir cuando usar la mascarilla.
A mi no me parece nada mal si alguien se la quiere poner, aunque esté por la playa o paseando solo por el campo, pero que nos dejen elegir, que no somos kamikazes.
Siempre me han reventado las medias verdades, esperaba algo más de este gobierno, pero veo que da igual uno que otro.
En fin, que estoy más nervioso e ilusionado que antes del chupinazo de fiestas de mi pueblo, y solo por poder decidir cuando me pongo o no la mascarilla.....¡manda narices, a lo que he llegado!
Como puedes ver, estoy de los nervios con este temita.
Gracias, Isa, por tu siempre cálida presencia.
Un buen abrazo.
Javier

 

Gracias, Kin, y mucho ánimo, no queda otra.
Un abrazo.
Javier

 

Muy bueno!!!
Saludos cordiales.

 

Buena décima. Siempre es bueno quitarse la mascarilla, pero sigo con prudencia que el virus todavía circula. A ver si acaba pronto esta maldita pesadilla. Un abrazo muy cordial.
Miguel

 

Muchas gracias, Angel, por tu gentil comentario.
Un abrazo, poeta.
Javier.

 

Y si no acaba pronto, a ver si entre todos la hacemos un poco más coherente.
Gracias, Miguel, yo también la usaré cuando lo crea conveniente, que no soy ningún suicida ni quiero contagiar a nadie, como la inmensa mayoría, creo.
Recibe, por fin, un desenmascarado abrazo.
Javier.

 

Ayer ya salí a la vía
sin el bozal, ¡qué alegría!
Pero sin guardar distancia,
-ya que no hay vigilancia-,
la gente que se cruzaba
muy cerca de mí pasaba.
Y vi que la mayoría
se la pone todavía...
Así que esto no ha acabado,
y si no vas con cuidado
lo mismo metes la pata.
¡Ay, Señor!¡Menuda lata!

 

Qué bueno ver tu sonrisa
por la calle despejada,
pues vuelves a ser el hada
que nos contagia la risa.
Anda, camina sin prisa
disfrutando del entorno,
que tu cara ya no es horno
ni respirar un suplicio,
y si fumas vuelve al vicio
que yo todo te perdono.
​

Gracias, Era, por pasarte
y dejar esos recados
en forma de pareados
para disfrutarte.

No puedo parar....

Abrazotes.
Javi

 

quisiera compartir con ustedes un verso ,

que la noche nos arrope entre sabanas
que nos arrulle a la luz de la luna
que aun que tu esposo no espie por el AJAX
que aun asi nos amemos a escondidas

pero si despues del tiempo el sueño se rompe
Pero despues de eso que cada uno regrese a su reino
olvidando lo sucedido espero

no nos busquemos mas aun que el daño este hecho
pero que el sueño no nos arrebate los besos
aun extraño eso.

 

Esto de la mascarilla parece el cuento de la buena pipa, pero tiene que ser así, ya que las posibilidades de que te multen, son reales. Divertidos versos. Un placer pasar por tus letras. Un cordial saludo.

 

Muy ocurrente, pero si me pongo el impostor sombrero de decimista y te contesto, te defenestran el poema y lo mandan al de "Tensones, retos y batallas".

Un gusto de lectura ha sido. Ahora mismo voy a salir a dar una vuelta en motocicleta, de modo que la mascarilla ha de viajar conmigo en el bolsillo.

Gran saludo cordial.

Gus

 

Es una pesadilla, luego se va y luego viene, cuento de nunca acabar. Buena décima que nos hace resonar.Un gusto leerte.

 

Ya lo creo que son reales, bueno, ahora ya no cuando solo se trata de pasear, que era lo que más me mosqueaba. Creo que era una medida absurda cuando ibas paseando absolutamente solo, y perjudicaba a los mayores más que a nadie que son los que disfrutan de esa rutina.
Un placer tu visita, Luis, muchas gracias.
Saludos cordiales.
Javier.

 

Gracias, Iguazu, un saludo.
Javier

 

Jajajaja.... no pasa nada, Gus, haberte puesto el sombrero, que se trata de pasarlo bien.
Buen paseo en moto.... y no olvides el casco, eh? no te vayan a multar. Otro caso en el que debían recomendar y no obligar, pero este es otro tema.
Gracias por tu visita, un placer.
Recibe un abrazo.
Javier

 

Ya lo creo que es una pesadilla, vaya tormento. Esperemos que algún día acabe del todo.
Gracias por pasarte, Luciana, el gusto es mio.
Saludos.
Javier

 

Al leer tus líneas fui hacia atrás en el tiempo, o no sé...creo que jamás esta cuestión perderá vigencia.
Aquí parecemos domesticados, todavía con nuestras mascarillas, andamos como rostros a medias y siempre existe la advertencia latente que los días de miedo pueden regresar.
Creo que nunca olvidaremos esas páginas de tiempos de virus y encierro.
Un abrazo, amigo, y espero leer pronto un estreno tuyo, con toda la soltura y claridad que tanto aprecio de tus obras.
Feliz media semana

 

Qué mal lo he pasado con esto de la mascarilla, sobretodo en la época pos-confinamiento en la que era obligatoria aunque estuvieras solo, sin cruzarte con nadie, paseando por un parque. Parecía un delincuente mirando continuamente a ver si veía algún policía.
No me parece mal si estoy rodeado de gente, pero lo otro siempre me ha parecido un regodeo por parte de las autoridades.
Y no, no creo que lo olvidemos, todavía me siento en pecado ahora que aquí ya no es obligatoria, ¡qué trauma!
En fin, a ver si todo pasa sin más percances.
En breve voy a estrenar, Cecy, estoy dejando reposar un romance que está basado en algo que me ocurrió el otro día con un objeto que encontré paseando.
Igualmente, amiga, un abrazo, feliz media semana y muchas gracias.
Javier

 

Genial!!!!

 

Cuando cada país tiene su propia política de salud se relativiza bastante el asunto. Y a estas alturas confunde y cansa. Un abrazo, Javier.

 

Gracias, Kin, agradezco tu comentario.
Saludos.
Javier

 

Cuánta razón llevas, Sergio, a estas alturas ya estamos machacados.
Un abrazo.
Javier