en resumen

sólo tú
tú
tu pellejo
tus hombros bajo el peso de los impostergables
tu piel frente la mirada que aborrece lo diferente

tus ojos
tus oídos
tu mente frente al arquetipo que te fustiga todos los días
si le falta un ajuste al molde

quién te ha vendido el icono
quién te dijo que así
sí
y así
no

las auroras que vienen tienen un nombre

hasta a aquí han llegado
todas las obediencias

 

Somos vasallos,ciegos,caminantes sin camino,sin ideales,descompensados en un mundo industrializado que mira la multitud como robotica y todos aferrados a los bienes de consumo perdiendose la identidad.
Gusto pasar por tus letras amigo.

 

MELQUIADES

Corta, pero enérgica tu poesía con la cual
definitivamente das un adiós.

¡Te felicito por tu tremendo sacudón poético!

Un fuerte abrazo.

​

 

siempre podemos romper el molde... no pierdo la esperanza de que podemos encontrar nuestra propia voz...
abrazo gigante, Melquíades... fue muy bueno leerte hoy!!!!
Diana

 

en todo el mundo, las cosas han llegado al extremo, es la cosecha la obediencia ciega.

Abrazos Héctor.

 

para ti.
Guillermo, Saludos y abrazos

 

Saludos Diana. Que no se alerten los adoradores del molde, que no entren en pánico los que temen a su popia voz.

Bueno verte, Gracias. Besos.