En silencio

Es tanta la ansiedad, que se siente turbia si la piensas,
Y es como un soplo de aire fresco al compás de un par de pulmones extintos,
como si no formara ya parte de ti,
y poco a poco te llenas de conjunciones vanas,
de pensamientos fugaces y palabras añejas,
Y solo Cuando la imporosidad se vuelve turbia e incesante,
Te das cuenta que has tenido todo el tiempo que perdiste dentro de una copa,
como un vino añejo; degustándolo por niveles,
como si se fuese a terminar de un sorbo,
dando pasos lerdos y poco exactos para no terminar la partida,
para no saturar el color miel de su mirada y perderle de vista,
como antes, cuando no solías ser nada, solo un boceto de una imagen borrosa,
y sigues pixelando el pensamiento,
como si no quisieras tener un concepto exacto de la realidad,
para no perderte, como pensaste, sin ganas,
y lo sigues sintiendo como un masoquismo programado.​