En ti lo hallé. Soneto.

Hallé en tu placidez la dulce espera,
el aire redentor, el verso tierno;
hallé en tu placidez el bien eterno
que males volatiza a la primera.

Hallé en tu libertad mi compañera
que a guiños me libera del invierno;
hallé en tu libertad mi sol interno,
la fuerza más solar y verdadera.

Encuentro en tu panal la miel golosa,
el néctar natural que fortalece
mi vida con su esencia milagrosa.

Hallé en tu claridad la luz que crece
surgiendo felizmente portentosa,
nutriendo lo que a ti te pertenece.

 

Bello, hermoso, un gran poema divino muy bonito.

 

Muchísimas gracias, Jorge. Agradecido a tu atención.