En todo corazón

"No pueden opinar",
dicen,
los que no encuentran
una razón que los cure,

"no deben de pecar",
dicen,
los que no han vivido
en un infierno irracional,

se contentan los condenados,
con poder atenuar sus ardores,

más nunca una flama deja de quemar,
hasta que su esencia se apague,

inicios y finales, constantes repeticiones,
finales irremediables,

cánticos de victoria,
los ciegos comparten,

comparten más que una falacia,
derrotados estaremos,
cuando toda batalla no se pueda apaciguar,

la derrota será del armado,
las pérdidas vivirán,
en todo corazón desgarrado.

 

El poema denuncia la hipocresía de los juicios superficiales y la desconexión entre quienes condenan y quienes realmente han sufrido. Presenta una realidad donde el dolor es persistente, donde las llamas del sufrimiento no se extinguen fácilmente y la experiencia del infierno personal es incomprendida por los que dictan normas desde la distancia. La repetición de comienzos y finales señala la inevitabilidad del conflicto, mientras los “cánticos de victoria” entonados por los ciegos reflejan la falsedad del triunfo aparente. En última instancia, el poema concluye que la verdadera derrota no está en perder una batalla externa, sino en la imposibilidad de sanar las heridas internas que viven en cada corazón desgarrado.

Saludos cordiales