En todo momento

Se detiene el espacio,
estirado, ha dejado de expandirse,

el tiempo se congela,
los astros dejan de orbitar,

el silencio se escapa del vacío,
y lo cubre todo,

somos menos que una estatua,
ya que ni siquiera la degradación nos transforma,

no podemos observar,
ni nuestra consciencia se entiende viva,

aunque tampoco estamos muertos,

el sentido de la existencia pierde peso,

el morir, pierde significado,

entre una pausa completa,
la eternidad será su aliada,

¿cómo vivir, en una eternidad que no se siente?

quizás el tiempo sea solo una herramienta,
que tiene toda vida,
para percibir cualquier acción,

cuando nada cambia,
cuando nada emerge,
cuando nada fenece,

todo será un absurdo real,

en el que la materia es algo inmodificable,
en el que todo es irreductible,

en ese caso,
seremos lo que nunca podríamos ser,

seres inertemente inagotables.

 

Un poema muy "Pizarnik", aunque también tiene tu impronta.

Muy bien logrado. Saludos

 

El poema nos sumerge en una visión profunda y desoladora de una existencia sin tiempo ni cambio, donde el universo ha cesado toda actividad y la conciencia misma se vuelve inerte. A través de imágenes potentes como el espacio detenido, el silencio envolvente y la pérdida de sentido del morir, se plantea una meditación sobre la esencia del ser en ausencia de devenir. La eternidad, en lugar de ser plenitud, se revela como un vacío insensible, un estado en que todo se ha vuelto inmodificable y absurdo. Así, el poema concluye que sin transformación, sin principio ni fin, seríamos lo que nunca debimos ser: seres eternos, pero vacíos, carentes de vida real, inagotables en su quietud.

Saludos cordiales