En un mundo nuevo

Tanto se estrechó mi mundo que todo me queda grande.
Se quemó tanto romero
para que entrara lo bueno,
que ya, ni lo malo arde.
Tantas metas a la espalda...
¡No más vallas por delante!
¡No más sombreros, ni magos!
¡Ni circos de botarates!,
ni la ilusión de un engaño...
para estar peor que antes.
Dime sastre, tú que sabes
de bordados y de encajes,
de cinturones que aprietan,
de las arrugas del traje:
cómo se vive en un mundo donde los flacos no caben
y son barrigas rellenas
las dueñas del sol y el aire.
Dímelo tú mal amigo,
¡Dímelo tú, buen compadre!
¡Cómo no entrar en barrena!,
sé que tienes la respuesta y del entalle la clave,
con costuras de primera de las que odia el "malage",
¡Como la justa tijera!,
verdugo de los sobrantes...
Dime qué hacer sin colegas que se paren a mostrarme
de cómo ensanchar quimeras,
entre tantas tallas grandes.
•
Tanto se estrechó mi mundo,
que ojalá fuera el de antes.
~•~​

 

Estrecho se queda todo
cuando miras lo de antes,
las quimeras que lo fueron
y certezas que nos cansen.
Un dominical saludo y al hacerte pequeño se te ve grande.
Castro.

 

Pues muchas gracias Castro, por esa estrofa al hilo.
En lo de grande... ¡Virgencita, déjame como estoy!... ya sabes que soy ateo... pero también viene al hilo.

Gracias por estar.

 

Gracias, compañero por estar ahí una vez más. Celebro fueran de tu agrado estas letras.

Feliz semana.

 

Tengo un amigo sastre que te puede ayudar con la tijera, con la pluma te bastas tú solo...otro método para desinflar es más conocido pero también más escatológico y no es el caso, compañero del alma compañero.
Abrazos.
Pepe

 

Creo que lo suyo sería encontrar un amigo vidente, y nos dijera los seis números de un Euromillón con bote; seguro que no habría que desinflar, y se ensancharían muchas puertas.

Sabes que se tes kiere... aún con barriga.

Un abrazo grande.

 

¡Qué maravilla!

 

... Pues, muchas gracias... por la efusividad.

 

Quedé impactado, Manolo. Te aplaudo de pie!
Abrazo.

 

Hermosas metáforas del empequeñecimiento, de esa sensación de no dar el ancho. Espero haberlo interpretado bien. Un gusto leerte.

 

Mucho pensar, Ángel.
Quizás sea por eso que agarro una retahila, y sigo, y sigo...
Me alegra mucho tu comentario, sé que es de corazón.

Un abrazo.

 

Acertaste de pleno, Luciana, era justamente del mensaje, el sentirse fuera de lugar, cuando cambian tantas cosas a la vez, y ese temor a no dar la talla.

Te agradezco tu presencia, una vez más.

Saludos.