En un país llamado Fantasía...

Quería escribirte un Cuento, mi niña... Y esto es lo que para ti salió...Pequeña flor que mi vida iluminas y llenas de amor...

En un País de ensueño llamado Fantasía, los habitantes de una ciudad, llena de luces, flores, amor y amistad, vivían felices desde hacía tiempo ya.
Vestían todos de blanco que era el color que simbolizaba la Paz.
Se encontraba éste situado cerca del ancho mar; desde donde mirando las espumas de las olas, perdidos entre sus puntillas bordadas se dedicaban a soñar.
Soñaban con viajar a través de las estrellas, esperando descubrir en su viaje, nuevas formas de vivir la vida plenamente... ¡Con emoción! Llenado ésta de sensaciones positivas e ilusión.
Para comunicarse entre ellos no utilizaban las palabras... ¡Solo usaban el corazón! Éste era más sincero y no mentía cuando se expresaba. Con él hablaban los sentimientos.
Entre arena y rayos de sol, los niños jugaban a crear, castillos con Principes y Princesas.
Pero un día una tormenta, el país de ensueño ocureció. Una nube gris se posó sobre su cielo y a todos los ocultó.
Todos se preguntaban: ¿Qué era aquello?¿Dónde estaba su Sol?¿Dónde su Arco Iris se escondió?
Pensando unos y otros llegarán a la conclusión, de que viviendo en su país de ensueño, dando la mano a la Ilusión, se habían olvidado de que no estaban solos en el planeta. En otros paises, otros habitantes,tambien solían soñar...aunque estos vestían siempre de gris y no tenían ningún mar que contemplar.
Y al pasar por Fantasía, la envidia les dominó y decidieron beberse la luz del sol, la belleza de su luna, la espuma de su mar, las caricias de su amor... Esconder su arco iris para que no pudieran brillar.
Asustados y oprimidos, con el corazón encogido, nadie se atrevió a levantar su voz: la nube era tan grande que el miedo les atenazó. Las cuerdas vocales de sus corazones se durmieron y el sonido de la alegría se apagó.
Los Bosque ya no silbaban su eterna canción de amor... Los árboles bajarón sus ramas... Las flores sus tallos doblarón y las Mariposas que antes volaban, sobre la tierra se posarón, cayendo el polvo magico de sus alas, que por todo el país las llevaba.¡Estaban asustadas!
Los castillos de arena, se derrumbarón...
Los niños ante esta situación junto a las olas lloraban, llenado la orilla del mar de dolor.
¡No comprendían que ocurría en su mundo de Fantasía!
¿Por qué todos los adultos su luz escondían ante la nube que les cubría?
Uno a uno decieron que la noche en su mundo no esistiría. Que si la nube todo lo que veía gris, estaba ellos que con su luz iluminarían su mirada.
Y cogiendo cada uno una vela en sus manos bajo la nube se posarón.
Todos a la vez las encendieron y la llama de éstas provocarón tanta luz, que a través de esta se vio de nuevo el sol... tanto calor que la nube desbordada soltó una lágrima de emoción. A ésta siguieron otras y pronto juntas, como una cortina de sentimientos, fuerón cayendo sobre el pais de Fantasía limpiando éste y volviendolo a llenar de alegría.
Los árboles levantarón sus ramas... Las Flores dirigieron sus pétalos hacía el sol... Las mariposas timidamente batieron sus alas volviendo a volar de flor en flor.
Poco a poco una suave melodía en todo el País se oyó. Una melodía que brotaba de dentro de los pequeños. La notas que llevaban en sus alas de amor y amistad. Melodía que sólo los niños con el corazón en paz, eran capaces de crear.
La nube ante éste milagro de inocencia, no supo cómo reaccionar. Se sintió aceptada por ellos. Sobre el cielo su tono fue cambiando... Tanta luz le estaba cautivando...
Poco a poco a la playa los adultos timidamente se fueron acercando...
Los colores del Arco Iris ante esta reacción, se fue uniendo a ellos acercándose a todos. Y cogiéndose de sus manos, un nuevo arco de colores formaron.
El reflejo que éste despedía sobre la nube se posó. Poco a poco su gris se fue aclarando, dando paso al color de la Paz que tímidamente empezó a brillar.
Ésta se fue acercando a los niños que una vela habían depositado en sus manos. Primero con ciertas dudas, después con ilusión.... Ella también quería alumbrar con su presencia a el País del Amor.
Desde ese momento en Fantasía todos volvieron a brillar. ¡Sin miedos! ¡Con alegría!
Sabían que otras nubes llegarían... Pero ya no les podría asustar. Ellos las cubrirían con su luz, para su color cambiar.
Sus velas estaban creadas con ceras de amor, y éste siempre sería el más fuerte si se le guiaba desde el corazón.
Decidieron seguir viajando por las estrellas, pero a la vez que lo hacían, a todos los que se encontrarán su luz ofrecerían. Les invitaría a su País para que en el contemplarán, como todos unidos, el planeta con su luz iluminaban.
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